19 abr. 2024

Cuestionan que refugio modelo no es lo prometido y sufren incomodidad

El asentamiento de la SEN, en Sajonia, tiene unidades con una precaria red eléctrica, falta de cielorraso, piletas de lavado ubicadas en corredores y baños para bloques de hasta diez familias.

Pese a haber sido anunciadas como unidades espaciadas y aireadas, con baños modernos y sexados, cuya construcción, a cargo de la empresa Global Consultores, data del 2018, financiada por Itaipú en el refugio modelo de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), en Sajonia, la realidad se plantea muy diferente, denuncian los habitantes.

Indican que las casas que la binacional materializó en el sitio, hechas de ladrillos huecos, son piezas con múltiples incomodidades y que incluso representan un riesgo debido a la precaria red eléctrica instalada, que apenas permite colocar uno o dos focos o fluorescentes.

Muchas de ellas carecen de cielorraso para atenuar los efectos del calor; cada bloque de entre seis y diez familias tiene un solo sanitario que deben compartir manejados con una llave que suele perderse con frecuencia; además de piletas instaladas en corredores que en días de frío o de lluvia son una tortura.

A esto se suma que entre una y otra habitación existe una abertura antes del techo que hace que la gente no tenga privacidad, pues hasta el más pequeño ruido es escuchado.

Las 106 viviendas del refugio son ocupadas por familias que están para ser beneficiadas con el proyecto del futuro barrio Bozzano, entre Sajonia y el Bañado Tacumbú, donde se prevé construir 600 soluciones habitacionales.

Mirian Benítez, una de las usuarias, sostuvo que “en nuestro caso tenemos el cielorraso que nos libra del calor, pero el frío se siente con fuerza. No tenemos cocina y la pileta que está afuera es muy incómoda porque la lluvia nos salpica y el frío es terrible ahí”.

RESPUESTA. El jefe del Departamento de Operaciones de la SEN, Victoriano Martínez, empezó diciendo que “esto es un albergue transitorio. Todo lo que se construyó aquí, las mejoras, son espectaculares. Hay un contrato que establece que las casas no debían modificarse, lo cual no se cumplió, ya que la gente transformó todo y para mal”.

“Es falso que estas casas sean precarias. Las mismas son seguras, confortables. Si la gente hizo las transformaciones, las hizo de manera irregular, ya que reitero que hay un contrato de por medio que prohibía tal cosa”, expresó.

Indicó que se tienen baños por todas partes, tanto en las áreas donde están los bloques de las viviendas como en otros sectores del predio, los cuales están sexados.

Puntualizó que “aquí es difícil darles el gusto a todos. Si hacés algo, salen otras personas a cuestionar. Lo que puedo decir es que no existe precariedad, incomodidad ni peligro para las familias que están ocupando esas viviendas”.

La casa que me tocó no tiene cielorraso y el calor es insoportable. Cuando hace frío gotea. El cableado es precario y da solo para un foco. Si querés aire esto no va aguantar. Romina Martínez, ribereña.

Somos 40 familias que censaron para ser parte del barrio Bozzano. Ahora quieren sacarnos y nos amenazan con demoler las casas de terciada y chapa. Y no tenemos dónde ir. Cecilia Velázquez, ribereña

Denuncian discriminación y amenaza de “demolición”

Un grupo de 40 familias que originalmente no formaban parte del proyecto del barrio Bozzano, pero que luego fueron censadas por la SEN para ser incluidas como beneficiarias de las 600 viviendas que se levantarán en ese nuevo sector de Asunción, denunciaron que los responsables del refugio modelo les persiguen y amenazan con demoler sus casas de terciada y chapa.

Cecilia Velázquez, una de las afectadas, comentó que quienes manejan el albergue quieren desmantelar las precarias construcciones para sacarlos del lugar, ya que los desconocen como futuros propietarios de las casas en el nuevo núcleo poblacional de la capital.

Al respecto, el jefe de Operaciones de la referida secretaría, Victoriano Martínez, apuntó que nunca recibió resultados de censo alguno y que en el sitio oficialmente se tienen 106 familias de Bozzano.

“Si sos beneficiario de ese proyecto, se te da una casa de material y la de terciada y chapa se debe desarmar. Pero ellos se niegan y traen a gente de Lambaré, de San Antonio y de otros municipios para evitar ese desmantelamiento”, dijo.

Concluyó que “incluso venden los lugares donde están esas casitas. Se les pide para despejar porque están en una franja de seguridad que tenemos que liberar, pero se resisten”.