¿Quién lo escribió? En un extraño clima de sospecha y paranoia, la Casa Blanca buscaba determinar el jueves la identidad del “cobarde” que escribió el artículo anónimo en el The New York Times denunciando el comportamiento errático e inquietante de Donald Trump.
El presidente de los EEUU, que durante la noche del miércoles escribió una serie de furiosos tuits sobre una posible traición, denunció este jueves el comportamiento de la izquierda y los medios a los que denomina Fake News.
En una inusual declaración pública, la primera dama Melania Trump defendió este jueves a su marido y descalificó al supuesto funcionario anónimo: “Para el autor de este artículo: no protege a este país, lo sabotea con actos cobardes”, escribió.
En un texto titulado “Soy parte de la resistencia dentro de la administración Trump” y publicado por The New York Times, un miembro del gobierno cuenta cómo él y otros luchan desde adentro contra las peores inclinaciones de un presidente con un liderazgo que califica de mezquino, impetuoso e ineficaz.
El polémico artículo, que siguió a la publicación de extractos de un explosivo libro del periodista de investigación Bob Woodward, suscitó una avalancha de interrogantes en Washington.
La identificación utilizada por el New York Times –“alto funcionario de la administración Trump”– es lo suficientemente amplia como para dar rienda suelta a todas las interpretaciones y permitir a cualquiera elaborar sus propias listas, incluso para las suposiciones más inverosímiles.
Escena increíble: la oficina del vicepresidente se sintió obligada a emitir una declaración diciendo que Mike Pence no tenía nada que ver con ese tema.
“El vicepresidente firma los artículos que escribe”, señaló su portavoz en Twitter.
En un asombroso ballet que revela el grado de desconfianza que prevalece en las esferas del poder estadounidense, muchos altos funcionarios también se han manifestado.
“La especulación de que la columna del New York Times fue escrita por mí o mi adjunto es falsa”, indicó en un comunicado el jefe de la inteligencia Dan Coats. afp