Se esperaba que el presidente del gobierno regional catalán anunciara la celebración de comicios para frenar las iniciativas de Madrid de hacerse con el control directo de Cataluña.
No obstante, en una esperada declaración institucional en la sede del Gobierno regional catalán en Barcelona, Puigdemont aseguró que no recibió garantías suficientes por parte del Ejecutivo central de que unas elecciones evitarían la imposición del mandato directo. “Saben que he estado dispuesto a convocar elecciones siempre que se dieran garantías. No se dan estas garantías que justifiquen hoy convocar elecciones”, afirmó.
Según indicó, ahora depende del Parlamento catalán avanzar en el mandato para separarse de España tras el referendo independentista que se celebró el 1 de octubre, un acto que Madrid declaró ilegal e intentó detener.
La decisión de Puigdemont preparó el escenario para que el Senado español apruebe la intervención de las instituciones y la policía catalana y otorgue poderes al Ejecutivo para destituir al líder catalán. No obstante, también podría generar enfrentamientos en las calles, ya que algunos independentistas prometieron realizar una campaña de desobediencia civil.
La vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo en una intervención televisada ante una comisión del Senado que los secesionistas mostraron “su cara verdadera”, ya que “no han traído la tierra prometida”, sino solo “ensoñaciones y engaños”. Reuters