El fiscal Julio Ortiz estuvo a cargo de la inspección realizada el sábado por segunda vez en el domicilio del ex fiscal y al concluir el operativo dijo a los medios que el homicidio habría ocurrido con la propia arma del fallecido.
Se trata de un arma de fuego calibre .22, que supuestamente el ex fiscal de la Unidad Especializada Antisecuestro tenía en todo momento con él. Esta coincide con una vainilla percutida del mismo calibre, que fue encontrada en la primera inspección de los investigadores.
Según los investigadores, falta una vainilla, que todavía no fue encontrada, así como el arma utilizada.
“Según sus conocidos, él tenía un arma calibre .22, de pequeño tamaño, que es de bolsillo y también contaba con una riñonera de la que no se desprendía. Tanto la riñonera como lo que ahí guardaba, todavía no se encontraron y, posiblemente, el autor del hecho usó el arma que era de Javier”, señaló el investigador.
No obstante, durante el segundo allanamiento se hallaron otras nueve armas largas y cortas en cajas en una habitación, que fueron incautadas. Estas fueron derivadas al Departamento del Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS, por sus siglas en inglés) para el registro de huellas.