En la prolífica aunque accidentada historia del periodismo de nuestro país, desde la aparición del legendario El Paraguayo Independiente, editado y dirigido desde 1845 por el propio primer presidente constitucional de la República, Carlos Antonio López, se han publicado cientos de títulos de la prensa escrita, pero han sido contados con los dedos de las manos los que han podido sostenerse y sobrevivir en el tiempo, y, por sobre todo, fijarse en el corazón, en la estima y en la confianza de la gente.
Son muchos los nombres de diarios, semanarios o revistas que probablemente sean evocados si hacemos el recuento de más de dos siglos de historia republicana, pero no deja de ser gratificante que a la hora de citar a los medios que han marcado los acontecimientos del país en estas últimas décadas, mucha gente mencione con consideración y estima al diario Última Hora.
Hoy cumplimos 45 años de vida periodística. Desde que este diario salió por primera vez a la calle como un modesto vespertino de dieciséis páginas, el 8 de octubre de 1973, hemos entendido al ejercicio del periodismo como una forma de servir a la gente.
Desde entonces venimos cumpliendo el principio que nos trazaron los directivos fundadores, junto a los primeros periodistas y trabajadores de este medio: acercar información oportuna y veraz a la ciudadanía, a fin de que pueda formarse un criterio cada vez más acertado sobre la realidad política, económica y social.
Gran parte de nuestro trabajo apunta a poner en evidencia los hechos de injusticia y corrupción que contaminan a la función pública, aportando a la transparencia sobre el ejercicio del poder en sus diversos niveles. Estamos convencidos de que esta es nuestra mejor contribución para consolidar la democracia como un sistema de vida, profundizando los valores de la República y colaborando a erradicar la cultura autoritaria que ha marcado profundamente nuestra conciencia como nación.
Lo hicimos en 1973, lo seguimos haciendo hoy, desde las páginas del papel hasta las renovadas plataformas digitales, sabiendo que pueden cambiar las formas de llegar a la gente, pero la esencia del periodismo sigue siendo la misma: ser contralores del poder, comunicar lo que nos emociona, investigar y denunciar lo que está mal y debe ser corregido, defender los derechos amenazados, ofrecer servicios, construir puentes y tender abrazos para seguir trabajando juntos por un mejor país.
Hoy cumplimos 45 años. Sabemos que nuestro mayor capital es la credibilidad y la independencia como medio periodístico, y ese es un capital que queremos seguir cuidando con el apoyo de los lectores, de los anunciantes y de los muchos amigos y amigas que son parte de lo que hacemos cada día. ¡Gracias por acompañarnos!