24 jun. 2025

Crecida trae auge del negocio flotante

Paseo. Juan espera paciente a pasajeros en Tablada.

Paseo. Juan espera paciente a pasajeros en Tablada.

El entusiasmo para emprender desborda en el diminuto cuerpo de Juan Troche. La necesidad económica en el hogar obligó al niño a trabajar con sus apenas 11 años. Desde que la crecida del río Paraguay inundó los hogares de los bañados, el pequeño tomó los remos para sacar a flote un negocio, aprovechando la coyuntura de su entorno; y explota así el transporte fluvial.

Todos los días, Juan se instala con su bote, a lado de otras canoas, en un improvisado puerto del barrio Tablada; una esquina donde el agua empieza a ganar terreno.

Sus ojitos brillantes observan constantemente a los transeúntes intentando pescar entre ellos a algún pasajero.

Los traslados que realiza –comenta- son tanto de gente que se muda o visitantes que realizan un recorrido por la zona vulnerable.

“El precio es a voluntad. Lo que quieran pagar nomás. A veces G. 15 mil o a veces G. 20 mil”, expresa desde su bote mientras rema despacio y observa el agua turbia que cubre arterias, los patios, parte de las viviendas del sitio.

Dice que va por las tardes a la escuela y de mañana realiza el servicio de transporte fluvial como forma de ayudar a sus padres. Comenta que hay días buenos y días que no. No obstante, Juan no se rinde y decide remar contra toda adversidad.