Clarisa Enciso
El encierro ha dejado muchas consecuencias en los niños, desde cambios de humor hasta subida extrema de peso. “Hoy en día en las consultas ambulatorias son más comunes observar niños ansiosos, con cambios de humor, con más demanda con los padres, entre otras repercusiones. El consumo masivo de la televisión, los padres que no vienen con los niños a las revisiones médicas preventivas también son situaciones muy comunes en nuestro día a día”, menciona la doctora Cynthia Butterworth especialista en pediatría clínica.
Mantener a los niños pequeños en casa es una de las formas de ayudarles, pues se detiene la propagación del covid-19, pero esto provoca que vivamos más ansiosos y preocupados. Es posible que los pequeños no tengan palabras para describir lo que sienten, es más probable que se expresen mediante la conducta para exteriorizar su estrés, su ansiedad o miedos. “Por eso es fundamental apoyarlos y contenerlos, más aún es estos tiempos de pandemia”, comentó la doctora. Para mantener a los niños más despiertos y evitar un pico de estrés en ellos, la profesional recomienda crear rutinas, desde que se levantan de la cama hasta la hora de volver a dormir. Estos los mantienen activos y van marcando etapas del día. “Ahora no hay que ser rígidos, en estos momentos donde no sabemos qué puede pasar, por eso hay que ser flexibles y tener paciencia”, señalo. Además comparte algunos consejos de la American Academy of Pediatrics (AAP) que puede ayudar a sus hijos a manejar sus emociones y conductas durante el estrés de esta epidemia. Redirija la mala conducta, buscando otras cosas que hacer y evitar así el aburrimiento, realizar juegos creativos, sugiera a sus hijos que hagan dibujos de las formas en las que se está cuidando su familia. Dirija su atención, para reforzar buenas conductas y desestimular otras, eso es una herramienta poderosa. Note el buen comportamiento y destáquelo, elogiando el éxito y los buenos intentos. Explicar claramente las expectativas, en particular a los niños más grandes, puede ayudar en este aspecto. Y emplee recompensas y privilegios para reforzar las buenas conductas que normalmente no daría en épocas menos estresantes. Sepa cuándo no responder. Siempre y cuando su hijo no esté haciendo nada peligroso y llame la atención por cosas positivas, ignorar la mala conducta puede ser una forma eficaz para que deje de hacerlo. Use las pausas obligadas, herramienta de disciplina que funciona mejor al advertir a los niños que, si no dejan de hacer lo que están haciendo, tendrán que hacer una pausa obligada. Luego, apártelos de la situación durante un período previamente dispuesto (1 minuto por año de edad como referencia).
El encierro trajo grandes cambios en los más pequeños, entre ellos el bienestar social, emocional y mental que se ha visto afectado.
Para tener en cuenta
Es posible que los padres se hayan sentido presionados a evitar buscar atención médica debido a las órdenes iniciales de quedarse en casa y podrían continuar haciéndolo porque temen contraer el Covid-19. No obstante, los chequeos médicos de rutina y las vacunas son importantes para preservar la salud de su hijo.
Es importante recalcar que la salud de los niños es prioridad, deben recibir atención médica de forma continua, lo que incluye controlar su desarrollo en los chequeos de rutina, continuar con las terapias del habla, salud mental y recibir las vacunas en tiempo y forma.