13 nov. 2025

Crack destruye a niños en calles ante falta de políticas públicas

Para los niños y adolescentes adictos y en situación de calle, el problema no se soluciona solo con internarlos para la desintoxicación. Se trata de atacar varios frentes y para eso se necesita una coordinación entre distintas instituciones; desde el área de salud hasta transporte y vivienda. Así lo considera el presidente de la Sociedad Paraguaya de Siquiatría, Miguel Ángel Cuéllar.

El profesional, máster en drogodependencias, expresó que es importante un trabajo de distintos sectores para ejecutar políticas públicas porque se habla de un problema de vivienda, de salud, de acceso económico.

“Tenemos casos de personas a las que se trató de reubicar de barrios considerados marginales. Se les mudó a viviendas dignas, en las periferias de Asunción, pero no tenían trabajo, no tenían acceso a transporte público, entonces terminaron volviendo al mismo lugar y se generó el mismo problema”.

Ante este escenario, Cuéllar indicó que en lugar de los trabajos aislados debe existir coordinación entre los distintos entes. “No es solo darle vivienda, o solo sacarle de la calle; o hacerle subir de peso, o meterle en los colegios a como dé lugar. Varias instituciones deben trabajar”, señaló.

En la tarea multidisciplinaria, desglosó, debe trabajar el Ministerio de Salud Pública, el Sistema Judicial, el Ministerio de Educación, de Trabajo, de Vivienda; incluso el Viceministerio de Transporte. Es transversal.

DESDE CERO. ”Muchos chicos no están escolarizados, no saben cosas básicas como por ejemplo, el cepillado de los dientes. Cuando hablamos de rehabilitación, en realidad en estos casos nunca fueron habilitados”, detalló.

Hay que empezar de cero, remarcó. “Imagínense un chico que consume desde los 8 o 10 años, que empezó con crack, estaba sobreviviendo en la calle y rebuscando entre la basura qué comer. Su pronóstico es distinto a aquel que está dentro de una familia constituida”, manifestó el siquiatra.

EFECTOS. Al consumir el crack, explica el doctor, el cuerpo pide tanto que no deja hacer otra cosa; trabajar, estudiar, socializar. Son personas que viven de noche y duermen de día. Algunos chicos consumen 24, 48, 72 horas de seguido, sin descansar; sin alimentarse, sin tomar líquido. “Entonces terminan agotados, sin ganas, caminando lento. Como el cuerpo pide mucho, los chicos terminan consumiendo por G. 200.000 a G.300.000. Y allí se suma un problema importante que si necesitan cerca de G. 6 millones por mes, y no pueden trabajar empiezan los problemas de delincuencias, robos, motochorros en las calles”, relató el siquiatra.


problema social a la vista de todos