Muestra del interés que despiertan los comicios, un 24,5% de los 44,4 millones de surcoreanos inscritos ya habían votado el viernes por la mañana en las urnas abiertas anticipadamente jueves y viernes.
INESTABILIDAD POLÍTICA. La cuarta economía asiática atraviesa un periodo de inestabilidad política desde principios de diciembre, cuando el conservador Yoon declaró por unas horas la ley marcial y envió al ejército a la Asamblea Nacional, dominada por la oposición.
Desde ese episodio, hubo varios presidentes interinos, Yoon fue suspendido, acusado de insurrección, arrestado después de semanas de resistencia y destituido finalmente por el Tribunal Constitucional.
La inestabilidad repercutió en la economía surcoreana, muy dependiente de las exportaciones, también golpeadas por la política arancelaria lanzada por Donald Trump al regresar a la Casa Blanca.
Los sondeos dan como favorito al líder de la oposición, Lee Jae-myung. El ex abogado de 61 años y líder del Partido Demócrata de centroizquierda conseguiría un 49% del voto, según una encuesta reciente del instituto Gallup.
Detrás suyo, con un 35% de intención de voto, aparece el ex ministro de Trabajo Kim Mon-soo, del Partido del Poder Popular al que pertenecía Yoon.
El país de 52 millones de habitantes, convertido en democracia en 1987, quedó fuertemente polarizado por la crisis política de la ley marcial que, según los analistas, será fundamental en el voto.
PARTICIPACIÓN. La fuerte participación registrada en el voto anticipado “refleja el fuerte deseo de la población de restablecer la democracia en Corea del Sur”, dijo a AFP Kang Joo-hyun, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Mujeres Sookmyung.
“Una insurrección no puede vencerse de verdad salvo por la participación del pueblo en las urnas”, declaró el jueves pasado el candidato presidencial Lee al votar en Seúl. “Se dice que un voto es más poderoso que una bala”, agregó.
Su adversario conservador Kim también votó de forma anticipada en Incheon, una ciudad portuaria al oeste de la capital. “Reducimos rápidamente la diferencia y, a este ritmo, estoy convencido de que pronto estaremos en cabeza”, afirmó.
El futuro presidente se enfrentará a una crisis económica cada vez más grande, a una tasa de natalidad de las más bajas del mundo y al aumento del coste de vida.
También deberá lidiar con la amenaza de una impredecible Corea del Norte. AFP