03 oct. 2024

Copamiento colorado es una amenaza para la democracia

Tras las elecciones de abril, se destacaron las condiciones de gobernabilidad que tendría Santiago Peña en su presidencia, con las mayorías de la ANR en ambas cámaras del Congreso Nacional y teniendo 15 de las 17 Gobernaciones. Sin embargo, lo que se considera una ventaja se muestra actualmente como un peligro para el mismo sistema, cuando el sector cartista inicia movidas de copamiento de la Justicia, a través del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y del Consejo de la Magistratura. Esto representa un riesgo para la democracia.

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y el Consejo de la Magistratura, desde donde se ejerce el control, la sanción y elección de fiscales y jueces estarán integrados exclusivamente por diputados y senadores colorados.

Además del copamiento colorado, se debe señalar la calidad de la representación. Como muestra, vale la pena conocer las referencias de algunos de legisladores que representarán a la Cámara de Senadores.

Por senadores irán al Jurado de Enjuiciamiento, David Rivas, de Honor Colorado, y Mario Varela, ex abdista. Rivas, el ex diputado ya estaba en el JEM y su ya ingreso había sido cuestionado, pues ni siquiera tenía el título de abogado; más recientemente se le acusó de utilizar en su campaña electoral la avioneta de Erico Galeano, también usada por el narcotraficante Sebastián Marset y Tío Rico, del clan Insfrán. Es una de las estrellas del cartismo. Varela, fue gobernador del Departamento de Caaguazú y fue denunciado por el cartismo en diversas ocasiones por supuestas irregularidades.

Para el Consejo de la Magistratura designaron al senador liberal Édgar López, quien votó por Silvio Beto Ovelar en la elección de presidente del Congreso. Fue gobernador de Concepción y tras las internas fue denunciado por sus correligionarios de haber manipulado las máquinas de voto.

Sin opositores en estas instancias, no podemos esperar una Justicia plural e independiente, lo cual, sin duda, representa un grave peligro para la misma democracia. Nada nos acerca más a un gobierno autoritario que el control absoluto de los poderes del Estado, con lo cual quedará sin efecto el principio del equilibrio de los poderes.

El artículo 3 de nuestra Carta magna señala que: “El gobierno es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial en un sistema de independencia, equilibrio, coordinación y recíproco control. Ninguno de estos poderes puede atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna, individual o colectiva, facultades extraordinarias o la suma del Poder Público.

¿La Constitución Nacional quedará sin efecto en este gobierno colorado que pretende gobernar solamente con colorados y para colorados?

La respuesta llega desde la opinión del diputado abdista, Carlos Núñez Salinas, quien respondió a los que denuncian este copamiento con este mensaje a la oposición: si quieren más espacios ganen elecciones.

La dictadura está fuera de la ley, de acuerdo con nuestra Constitución. Sin embargo, nos encontramos en un peligroso escenario de un Estado tomado por un sector político que lleva en el poder desde hace más de 70 años y que actualmente es el principal responsable de haber abierto las puertas de las instituciones, nada menos que, al narco y al crimen organizado.

Asimismo, debemos tener presentes los daños causados por el clan González Daher desde el Jurado de Enjuiciamiento y el Consejo de la Magistratura. Ramón González Daher, según la Fiscalía, concedía préstamos con intereses mayores a lo establecido legalmente y se aprovechaba de la necesidad de sus víctimas; pedía garantías desproporcionadas y utilizaba cheques que eran introducidos al sistema financiero. Después exprimía a sus víctimas para obtener mayores beneficios. Este esquema fue posible en función del poder de su hermano, el ex senador colorado Óscar González Daher, quien era integrante del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y del Consejo de la Magistratura y con esa representación mantenía el control sobre jueces y fiscales.

El actual copamiento colorado de las instituciones del Estado es un verdadero garrote contra la Justicia y la democracia.

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