Una de las más llamativas de estas propuestas es la prohibición de actividades político-partidarias en instituciones públicas y en horario laboral, que es una práctica común de partidos tradicionales.
Esta propuesta se expone en el marco de la Estrategia Nacional Anticorrupción, que deberá ser debatida por los representantes del Consejo Nacional Anticorrupción.
Otro ítem llamativo es “fortalecer la integridad en las contrataciones públicas”, cuando recientemente el mismo Peña estuvo en medio de un escándalo por supuestamente direccionar millonarias licitaciones del Estado al grupo empresarial al que estuvo ligado directamente, además de favorecer a empresarios cercanos a Pedro Alliana, como fue el caso de los pupitres chinos.
Otras propuestas del plan de Benítez son crear códigos de ética sobre la conducta de funcionarios públicos; inducción a funcionarios públicos en normativas de ética e integridad pública, así como en las medidas de prevención de la corrupción; establecer normativas que regulen el cabildeo; fortalecimiento de las sanciones administrativas ante el incumplimiento de reglamentos internos y normas éticas; transparencia de las agendas de altas autoridades, entre otros.