“Por supuesto que hubo un intento de golpe de Estado, intento de disolver la Asamblea Legislativa”, dijo el presidente del Parlamento, Mario Ponce.
Ponce hizo pública la condena en nombre de los 84 diputados, incluidos los parlamentarios del oficialista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), al salir de una reunión privada de más de cinco horas con los líderes de cada partido político que integran el Congreso.
Este domingo, escoltado por militares con rifles de asalto y por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), Bukele irrumpió en el Congreso para exigir a los diputados la aprobación de un polémico préstamo para financiar un plan de seguridad contra las pandillas, llamando, incluso, a la insurrección popular. “La Asamblea Legislativa de la República de El Salvador, por unanimidad, rechaza y condena enérgicamente la invasión de que fuera víctima el día domingo 9 de febrero”, añadió Ponce.
Este es un hecho inédito desde que El Salvador ingresó a la vida democrática tras décadas de dictadura militar y una guerra civil de 12 años (1980-1992).
El legislador, miembro del Partido de Concertación Nacional (PCN), llamó al fiscal general, Raúl Melara, a investigar dicha acción y señaló que la actuación de representante del Ministerio Público, a su juicio, ha sido “pasiva”.
El Congreso salvadoreño también llamó a las Naciones Unidas y a la OEA a “activar los mecanismos necesarios que permitan dar seguimiento a la crisis institucional generada por el Ejecutivo”. EFE