Un Tribunal de Sentencia condenó ayer a 30 años de prisión a Lucineia Stael Gresosky y Jurandir López por el asesinato del joven padre Jhony Leith, registrado en el año 2010. Además de la pena máxima por el crimen, ambos deben guardar 10 años más de prisión por medidas de seguridad.
Los jueces resaltaron que el móvil del crimen fue económico, para lo cual utilizaron la ansiedad y desesperación de la familia mediante la inteligencia, astucia y crueldad.
Con el fallo de ayer, no varió la condena impuesta inicialmente por otro tribunal que había sido anulada solamente con relación a la medición de pena, por falta de fundamentación, según el acuerdo de la Corte Suprema de Justicia.
La condena es por homicidio doloso, asociación criminal y extorsión agravada.
Para las juezas Mirta Aguayo, Norma Girala y Graciela Ortiz, la gavilla utilizó la seducción para el crimen, premeditado y violento, para lo cual se utilizaron arma de fuego, cuerdas y cuchillo. Todo fue preparado frente a la víctima, a quien le hicieron sentir un dolor innecesario, según los fundamentos. (E. M.)