Tras la detección de dos focos de influenza aviar A (H5N1) en el Departamento de Boquerón, se estableció un área de emergencia donde funcionarios del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) trabajan en la eliminación de la infección y su contención para evitar que se extienda a más zonas. Por el momento afecta a la cría de autoconsumo con poco más de 100 aves en total.
En la ciudad de Mariscal Estigarribia se había notificado la sospecha de aparición de la enfermedad en una vivienda familiar de la zona urbana, donde de 44 aves de traspatio, 17 murieron y ocho tenían síntomas. Los resultados laboratoriales confirmaron casos positivos en la noche del viernes, al igual que en Neuland, donde se detectó la mortandad de 11 animales y uno vivo con síntomas, de un total de 60 aves, todas de autoconsumo, según explicó el director epidemiológico del servicio veterinario, Carlos Ramírez.
Paraguay es el último país de la región en registrar este tipo de influenza altamente contagiosa, en la misma semana que Brasil reportó su primer caso en aves silvestres, aunque Argentina es el territorio que más impacto sufrió por la transmisión del virus en la producción comercial.
Ramírez comentó que hay dos rutas migratorias por las cuales puede ingresar más fácilmente la enfermedad y que en esta ocasión todo apunta a que llegó a Paraguay a través de la ruta Atlántico Occidental, que atraviesa la región de norte a sur. De acuerdo con la hipótesis, las aves migratorias pudieron haber contagiado a animales autóctonos del país, que a su vez llevaron la influenza a la cría de traspatio.
Medidas. El Senacsa lleva adelante su plan de contingencia estableciendo un área focal, que son los sitios donde se detectó el virus, luego, en un perímetro de 3 kilómetros a la redonda delimita el área perifocal, mientras que a otros 3 a 4 kilómetros más se empieza a marcar toda el área de emergencia sanitaria. “En base a eso establecemos acciones sanitarias diferenciadas para eliminar la fuente de infección y contener la contaminación a otras áreas”, comentó Ramírez.
En el primer foco se ejecuta el sacrificio del total de las aves, que ascienden a 104 animales en principio. Sus restos se eliminan mediante el entierro de los mismos, cuidando la bioseguridad. En las demás zonas se colocan brigadas que se movilizan en vehículos para visitar otras granjas de producción al aire libre para verificar su estado. Pero también se ubicarán barreras sanitarias de control en los lugares donde haya más movimiento, de manera a controlar el transporte de aves vivas que puedan transmitir la influenza por el territorio nacional, donde el riesgo fue bajando en las últimas semanas.
Una serie de medidas se habían implementado desde hace varios meses, entre ellas la prohibición de importar aves y huevos, especialmente desde Argentina, para mitigar los riesgos de ingreso. Sin embargo, se detectaron los casos cuando la alerta iba disminuyendo.
Discusión mundial. Estos focos se confirmaron casi en el arranque de la 90ª sesión general de la asamblea de los delegados ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que por primera vez es presidida por Paraguay a través de Hugo Idoyaga, ex presidente del Senacsa.
Una comitiva nacional, liderada por el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni, viajó a París en el marco del encuentro que se inicia hoy.
Además de la elección de puestos vacantes y adopción de resoluciones administrativas y técnicas, el espacio propondrá un Foro de Sanidad Animal centrado en la influenza aviar para discutir a profundidad sobre la enfermedad que en los últimos años afectó a varios miembros, de los 182 países que conforman la organización. La asamblea culmina el jueves.
Industrias explican que es seguro comer pollos
Ante la detección de los focos de infección, la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), llamó a la tranquilidad de la ciudadanía. “Debido a la ubicación de los focos no existe riesgo en la producción ni en el consumo nacional de huevos y carne de pollo”, refirió el gremio que reúne a granjas industriales. El sector argumenta que el trabajo interinstitucional garantiza que se están haciendo todos los esfuerzos y cumpliendo con los protocolos establecidos a nivel internacional para evitar su propagación.
Asimismo, aclaró que el consumo de productos avícolas, sean huevo o carne de pollo “no representan ningún riesgo para la salud y que el estatus sanitario de país libre de influenza aviar de alta patogenicidad en aves de corral no se pierde por los focos detectados en aves de traspatio”. Para el sacrificio de aves de pequeños productores de hasta 499 animales se prevén indemnizaciones para compensar las pérdidas. Los pagos pueden ir de G. 10.000 a G. 20.000, dependiendo de las categorías de las aves.
En estas medidas de compensación no se contemplan las pérdidas de las granjas industriales, que tienen más respaldo económico y menos riesgo de que el virus ingrese a los galpones cerrados y que además tienen reforzadas sus medidas de bioseguridad.