Este acuerdo se refrendaría mediante el trabajo conjunto entre el gremio de confeccionistas, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Industria y Comercio, el Instituto Nacional de Tecnología y Senacsa.
En un principio, la demanda del Estado es de 3 millones de batas, que serían entregadas por la AICP en un periodo de 90 días desde la firma del contrato.
Santiago Colombino, miembro de la Comisión Directiva de la AICP, indicó que para el gremio significó un gran desafío encontrar la manera de reinventarse y lograr que el sector avance a pesar de la pandemia. Fue así que decidieron empezar un proceso investigativo para elaborar indumentaria hospitalaria. Previamente, ante la falta de materia prima en el país para la fabricación de este tipo de indumentarias, los confeccionistas se abocaron a la elaboración de tapabocas de uso comunitario.
Mientras, el directorio de la AICP realizó los contactos necesarios para lograr ampliar el mercado y poder cumplir con las necesidades del personal de blanco paraguayo. Se obtuvo la posibilidad de obtener material apto que necesitaban para la confección de batas, el NTA98 y realizaron testeos para asegurar la calidad microbiológica del producto.