24 abr. 2024

Cones compensa con aplicación de aranceles su déficit presupuestario

Narciso Velázquez, presidente del Cones, afirma que es legal todo lo que cobran a las instituciones del sector. Incluso, eso permite solventar gastos frente al bajo presupuesto que reciben del Tesoro.

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El Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) recibió este año menos recursos del Tesoro –al 11 de octubre– en comparación a lo que recaudó de su fuente de ingresos propios: G. 1.939.317.140 frente a G. 2.799.083.200, ingreso estimado, de fuente 30. Esto revela un cuadro de ejecución de ingresos y gastos al cual tuvo acceso ÚH (ver info).

De este modo, como bien suscribe el actual presidente del ente rector, Narciso Velázquez, el Cones compensa su déficit presupuestario con lo que recauda del cobro de aranceles a las instituciones de educación superior.

De los G. 5.864.600.393 que el Cones tiene presupuestado –de Fuente 10 (del Tesoro)– para el presente ejercicio fiscal, solo percibió a octubre, el 33%.

Así como se sostienen las facultades de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en el Cones también deben realizar “malabarismo” para cubrir los gastos generados en la tarea de controlar a las ofertas académicas del sector.

“Los recursos del Estado pagan solamente salarios, pero no alcanza para pagar los servicios mínimos”, explica Velázquez al referir que “lo que se recauda –de fuente 30 ( recursos propios)– se usa para otras contrataciones: consultorías, apoyo al personal permanente, hasta los servicios de mantenimiento no caben en el presupuesto que otorga el Estado”, dice.

LEGALIDAD. Velázquez, rector de la Universidad Católica de Asunción (UCA), aclaró que la tabla arancelaria fijada por el Cones está contemplada en la Ley 4995/13 de Educación Superior. Específicamente en el artículo 76 –apunta– establece que “puede generar recursos propios”, aparte de los fondos provenientes del Tesoro. Esta salvedad hizo ante el requerimiento que elevó un grupo de ciudadanos a la Contraloría General de la República (CGR), a saber sobre el destino y legalidad de los aranceles que cobra el Cones.

Por citar: Solicitar la habilitación de una universidad cuesta G. 50.000.000; mientras que para la apertura de una carrera y/o filial, el costo estipulado es G. 5.000.000.

Cuando se trabajó –dice– en el reglamento arancelario, muchos pegaron el grito al cielo porque eran montos más elevados de los actuales.

“Pero, de por medio, está la necesidad de recaudar para poder cumplir las funciones que le asigna su ley de creación, que no es solo la habilitación sino la supervisión de lo que ofrecen las instituciones de educación superior”, resalta. Y contrapuso que en el Presupuesto General de Gastos de la Nación, el recurso asignado al Cones está “muy por debajo” de lo que tienen otras entidades.

“Entonces, si le estás dando a un órgano regulador que debe atender las actividades de la educación superior en todo el país, se tiene que tener en cuenta la necesidad de recursos. Y si es que los fondos del Estado son reducidos, y no generas otros recursos, tus actividades se verán resentidas totalmente”, remató.


Los recursos del Estado pagan solamente salarios, pero no alcanza para pagar los servicios mínimos.
Narciso Velázquez,
presidente del Cones.

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