El ingeniero Gastón Mendoza, jefe de proyectos de la concesionaria Tape Porã, puntualizó que a partir de este mes será puesto en servicio los 140 kilómetros de autopista privatizada entre Caaguazú y Ciudad del Este con todos los servicios como grúa y auxilio mecánico, ambulancias y centro de información.
La construcción de la autopista se inició en setiembre del 2016 luego de una ampliación del contrato de concesión de la ruta N°7 aprobado por la ley 5625/16. La obra terminó cinco meses antes del plazo contractual previsto con el MOPC con una inversión de USD 130 millones.
La privatizada ruta atraviesa siete poblados en los departamentos de Caaguazú y Alto Paraná. Una de las rotondas fue emplazada en el municipio de Juan E. O’Leary, lugar de intercepción con el camino que conduce a la próspera San Cristóbal; y la otra en J. Eulogio Estigarribia, zona de producción e industrialización agrícola y ganadera.
Las comunidades de Juan Manuel Frutos, ex Pastoreo, José Domingo Ocampos, Juan León Mallorquín y Colonia Yguazú disponen de puestos exclusivos para el cruce o retornos.
El técnico de Tape Porã indicó que para las zonas urbanas están disponibles 43 puestos para el cruce en un solo sentido y 21 para giros de retorno, en ambos sentidos, a lo largo de la ruta. “En O’Leary y J. Estigarribia corresponde una geometría tipo rotonda por el volumen del tránsito. En las otras zonas urbanas el tránsito se puede manejar con los retornos. En el futuro, cuando crezcan ya se verán otro tipo de solución sin problemas”, señaló el ingeniero Gastón Mendoza.
Pasarelas. También manifestó que se tuvo en cuenta a la gente para esta autopista y para ello se construyeron cinco pasarelas peatonales de hormigón prefabricado y barandas metálicas de protección. Están diseñadas para el tránsito de discapacitados en silla de ruedas.
“Para que las pasarelas cumplan su cometido las rampas tienen en promedio 200 metros de longitud, unos 90 metros a cada lado del camino”, explicó.