El suboficial de la Policía de Santa Fe, de 38 años, quien no pudo contener las lágrimas durante la actuación de Los Palmeras en la previa del juego, comentó a ÚH cómo vivió la semana tras la final, en la que su cara recorrió todos los rincones del planeta, demostrando la pasión que genera el fútbol y en especial el Sabalero, cuyos hinchas coparon nuestra capital con mucha alegría y emoción.
“Muy contento, lo tomo con calma, disfrutando de este momento con mi familia, amigos y compañeros de trabajo, pese a que no fuimos campeones (risas)”, comentó Genolet, vía telefónica, para quien ser hincha del Negro representa “amor, pasión, tristeza, alegrías, viajes y familia”.
EL VIAJE. “Fui solo, me decidí sobre la hora. Me costó mucho conseguir entrada y una vez que la conseguí agarré un tour y fui”, relató.
“Salimos a las 12 del mediodía del viernes y llegamos a las 5 de la mañana del sábado. No dormí nada, me acosté en una reposera del hotel, ya que nuestro check-in era para las 10.00 y a esa hora ya salimos para la Costanera; a las 14.00 ya estaba en el estadio y después ya saben la historia”, recordó.
AGRADECIDO. Genolet agradeció la hospitalidad y la cordialidad de los paraguayos. “Desde que llegamos nos atendieron muy bien, en el hotel, en la calle la gente nos saludaba, cerca del estadio nos regalaban agua. Fue increíble”, señaló.
“Estoy muy agradecido, me hubiese gustado quedarme más tiempo, pero ya habrá oportunidad de volver”, culminó el fanático, quien también recibió un saludo especial por parte de Los Palmeras, cuyo tema, Soy Sabalero, lo quebró inconsolablemente.
El gesto del Chelo con el hincha
Genolet, también manifestó su alegría por conocer al jugador paraguayo del Sabalero, Marcelo Estigarríbia, quien le regaló una camiseta. “Es una muy buena persona, vino a mi casa a compartir con la familia”, afirmó.