“Este padre pide salud para su hijo. El Señor reprocha un poco a todos, pero también a él: “Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen”. El funcionario, en lugar de callar y estar en silencio, se adelanta y le dice: “Señor, baja, antes de que mi hijo muera”. Y Jesús le respondió: “Ve, tu hijo vive”.
Existen tres cosas que se necesitan para hacer una verdadera oración. La primera es la fe: Si no tienen fe... Y muchas veces, la oración es solo oral, de la boca... pero no viene de la fe del corazón, o de una fe débil... La primera condición para la verdadera oración es la fe.
La segunda condición que el mismo Jesús nos enseña es la perseverancia. Algunos piden pero la gracia no llega: No tienen esta perseverancia, porque en el fondo no la necesitan, o no tienen fe.... El mismo Jesús nos reprocha: “No sean como los gentiles que creen en la eficacia de la oración y en las palabras, muchas palabras”. No. Es la perseverancia allí. Es la fe.
Y la tercera cosa que Dios quiere en la oración es la valentía. ¿Alguien puede pensar: se necesita valor para rezar y estar ante el Señor? Se necesita. (…) Esta virtud de la valentía, requiere mucho. No sólo por las acciones apostólicas, sino también por la oración.
Fe, perseverancia y valentía. En estos días en que es necesario rezar, rezar más, pensemos si rezamos de esta manera: con fe en que el Señor puede intervenir, con perseverancia y con coraje. El Señor no decepciona: No decepciona. Nos hace esperar, se toma su tiempo, pero no nos decepciona. Fe, perseverancia y coraje”.
Como dijo San Josemaría Escrivá de Balaguer “ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: Este lee la vida de Jesucristo”.
(Frases extractadas de https://www.iglesiadesantiago.cl/noticias/especiales/especial-covid-19/el-papa-reza-por-quienes-estan-en-dificultades-economicas-debido-al y https://www.leercamino.org/camino_punto_a_punto-capitulo_1_caracter-punto_2.php).