Magra exposición del Chanchón que la sacó barata, porque el elenco argentino fue muy superior, lo ahogó de principio a fin y se cansó de controlar, generar y dilapidar opciones de gol.
PERDIDO. Luqueño no pudo aprovechar el envión que significó la obra de arte de Aldo Vera (hasta ahora el mejor del torneo), que encontró la falla en el sistema del rival, que se jugó de entrada a proponer y adelantó líneas, tanto que su portero no pudo volver a tiempo para desviar el cañonazo del volante auriazul.
Y fue eso nada más lo de el Auriazul, incómodo y mal distribuido, se pasó jugando siempre de espaldas a la acción que propuso Defensa, que no renunció a ejercer presión con base en la circulación.
A pesar de las variantes, Luqueño hizo aguas en todos los sectores, las bandas no se proyectaron y la marca fue endeble, en el medio regaló terreno con coberturas tardías y sin sociedad para la presión correcta (siempre se corrió tras la pelota). Sobre el final, el empuje casi lo recompensa, pero la justicia estuvo de lado de Defensa.
El Chanchón hipotecó su chance de seguir. Deberá mejorar, y demasiado, para conseguir algo que rozaría la hazaña, ya que enfrente está un equipo bien trabajado que sabe a lo que juega, y que se llevó un premio justo en la primera pulseada.
La figura
Nelson Acevedo
El volante de Defensa y Justicia manejó el medio.Su control y juego claro permitieron generar opciones al elenco argentino.
El miércoles 4 de noviembre se juega el compromiso de revancha entre Defensa y Luqueño. El duelo será en el estadio Norberto Tomaghello de Buenos Aires, a las 19:15.
Para ese compromiso el Chanchón ya podrá contar con su último refuerzo: Mauricio Tévez.