Su estadía en el país se extenderá hasta mañana y se da en medio de las críticas y la resistencia de sectores productivos por la implementación del Reglamento 1.115 del bloque europeo, con el que se busca frenar la deforestación y que abarca varios productos, como el ganado, la soja y sus derivados, entre otros.
El alto funcionario europeo prevé mantener encuentros con autoridades nacionales y sectores productivos. En ese marco, desde la Unión de Gremios de la Producción afirmaron ayer que, tras una reunión con agricultores del interior del país, llegaron a la conclusión de que existe una “falta de argumentos convincentes” de la UE para la implementación de la normativa y que solo busca restar competitividad a los paraguayos.
“Más que una preocupación por la deforestación, las exigencias son solo un pretexto para quitar competitividad a la producción paraguaya con medidas que generan trabas comerciales solapadas bajo preocupaciones ambientales”, afirma la UGP.
“¿Es razonable la exigencia de la UE de tener que someter al proceso de diligencia debida a la cadena productiva por la simple sospecha o presunción de que se deforestó para producir la soja?”, cuestionó a su vez, recordando que, según datos del Infona, el 99,9% de las 2.978.795 hectáreas de soja sembradas en la Región Oriental al año 2022 provienen de áreas no deforestadas desde el periodo que exige la UE.