Una abogada, un contador y un consultor habrían sido los tres prestanombres a los que recurrieron el presidente con permiso de la Corte, Antonio Fretes, y su familia, para intentar blanquear la enorme riqueza que amasaron con el correr de los años, de acuerdo con una investigación conjunta que realizan la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) y el Ministerio Público.
La pesquisa interinstitucional apunta concretamente a Lourdes González Gómez, Víctor Yanho Noldin y un tercero que se mantiene aún en el anonimato para no entorpecer los avances, aunque según los datos a los que accedió este diario se trataría de alguien muy cercano a los primeros dos.
Los resultados preliminares indican que el clan Fretes creó una decena de empresas de varios rubros con el fin de poner en circulación en el mercado legal su fortuna, calculada hasta el momento en unos USD 20 millones (G. 146.000 millones al cambio actual).
La poderosa familia, bajo la protección del presidente de la Corte Suprema de Justicia, incursionó en negocios relacionados con el otorgamiento de préstamos, compra y venta de propiedades, seguros y red de cobranzas, entre otros.
Pese al cruzamiento de informes y de las declaraciones juradas presentadas por los miembros del clan, la pesquisa interinstitucional no pudo determinar aún de forma certera el origen de esos USD 20 millones, ya que no hay correspondencia con los ingresos declarados ante el Fisco. Por esto, las sospechas apuntan a un esquema de lavado de dinero malhabido.
En la mira. El clan Fretes actualmente se ve envuelto en un escándalo, tras aparecer un contrato firmado entre Amílcar Fretes con Sharif Kassem Hijazi, familiar de Kassem Mohamad, quien fue extraditado a los Estados Unidos. Amílcar es el hijo mayor del presidente de la Corte.
En el contrato “de prestación de servicios profesionales de abogado”, Amílcar se obligaba a prestar asesoría a Sharif sobre la situación jurídica de Kassem Mohamad.
Fretes supuestamente debía hallar una salida jurídica para que Kassem, o no sea extraditado, o bien pueda permanecer por más tiempo en el país, según el mismo reconoció a distintos medios de comunicación cuando se supo lo del contrato. Asimismo, admitió que el hijo de Kassem le pidió interceder ante su padre.
Según el contrato, en ese mismo acto, Sharif Hijazi entregó a Fretes la suma de USD 368.000 en concepto de honorarios profesionales. Pero, de acuerdo con el vástago del ministro de la Corte, Sharif desembolsó como “adelanto” solo USD 60.000.
Con permiso
Tras tomar estado público el escándalo y las amenazas de juicio político desde el Congreso, Antonio Fretes pidió permiso para apartarse del cargo.
El alto magistrado alegó cuestiones de salud, sin embargo, no renunció al cargo.
Pese a esto, el Consejo de la Magistratura anunció que iniciará esta semana el proceso para cubrir la vacancia que dejará el próximo año Fretes. El objetivo es iniciar el proceso de manera que no sean sorprendidos por el receso parlamentario ni por la feria judicial, que normalmente se desarrolla entre enero y febrero.
La Cifra
20.000.000 de dólares es la fortuna que amasó el clan Fretes con el correr de los años, según la investigación interinstitucional.