Para dar respuesta a ambas necesidades, la institución llamó a licitación y realizó adjudicaciones por un valor global de G. 78 mil millones aproximadamente. Ambos procesos se dieron en medio de muchas observaciones por parte de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, que una vez respondidas y superadas, finalmente concluyeron los procesos. Ambos proyectos también son blanco de críticas, por parte de la bancada colorada de la Junta Municipal, que si bien rechazaron ambos proyecto, no tiene mayoría propia.
En el caso de la planta asfáltica, todo ya está montado en el kilómetro 12. Las piezas que fueron expuestas a la ciudadanía durante un acto de presentación realizado en el deportivo municipal, fueron trasladadas en diciembre pasado hasta el lugar donde finalmente se espera que empiece a operar ya desde este mes.
COMPROMISO. La promesa desde la Comuna es que con esta planta, la institución pasará a contar con capacidad propia para garantizar el pavimento de la mayor cantidad de calles de la capital departamental a más bajo costo, así como de reparar con mayor celeridad los baches que vayan surgiendo en las calles de la ciudad.
Hay que recordar que las lluvias registradas entre setiembre y noviembre del año pasado, dejaron la ciudad con calles desastrosas. Algunas provocadas por falta de un correcto mantenimiento y otras provocadas por obras de la ANDE y reparación de caño viejo con fuga pertenecientes a Essap.
Los críticos a este proyecto señalan que la compra de la planta no fue la mejor opción, sobre todo por el costo de instalación, de necesitar mucha infraestructura, además de requerir de técnicos para manejarla. Otros hablan que hubiera sido más económico comprar una máquina para hacer hormigón en cualquier lugar que sale G. 700 millones y hace dos cuadras por día de pavimento rígido. En este proyecto la institución invirtió G. 15 mil millones. Ahora queda por demostrar que fue una buena inversión.
TRANSPORTE. Además de la necesidad de ampliar la cobertura de calles asfaltadas y de realizar trabajos de mantenimiento a las existentes, la ciudad arrastra el más deficitario servicio de transporte público que se pueda conocer.
Desde la Comuna realizaron un estudio y elaboraron un proyecto para mejorar la cobertura, el horario y la calidad de las unidades. En este contexto, parte de la nueva flota de buses será eléctrica para la cual se realizó una inversión de G. 63 mil millones para la compra de 20 unidades, 18 para 72 pasajeros y dos para 20 pasajeros.
El proceso ya concluyó, ya fue adjudicado a la empresa el pasado 8 de diciembre. Para estos meses se espera que la empresa, Cathay SAE, inicie el proceso de entrega. En paralelo se está construyendo la estación de carga de energía eléctrica que estará ubicada en la Terminal de Ómnibus de Ciudad del Este.
Se trata de un desafío con un costo inicial muy elevado, pero con costo de uso diario de combustible muy bajo. Según la concejala Alison Anisimoff, que previene de sector transporte público, señala que una jornada de trabajo normal en un ómnibus que utiliza diésel, gasta en combustible uno G. 700 a G. 800 mil por día. En el bus eléctrico la inversión será apenas de G. 100 mil. El tema es la inversión inicial, asegura.
Los que critican el proyecto, como el concejal colorado Ernesto Guerin, señalan que con este proyecto los prietistas empeñaron por seis años a la Municipalidad. “Con esta sideral deuda que se contrae, se está empeñando prácticamente a la Comuna en todo este tiempo y se hipoteca el futuro de todos los esteños”.
Queda al actual intendente Miguel Prieto demostrar que se trata de una buena inversión y que finalmente redundará en beneficio de los usuarios, que permitirá descomprimir las calles de vehículos particulares. El déficit de este servicio hace que los ciudadanos empeñen hasta lo que no tienen para tener un transporte propio.