En la mediatarde del miércoles empleados de empresas tabacaleras decidieron levantar la manifestación que llevaban adelante sobre el puente Piratiy en contra de un operativo liderado por el jefe Anticontrabando, Emilio Fúster, que se había trasladado a la zona con máquinas, lanchas y patrulleras para destruir puertos clandestinos, desde donde envían cigarrillos al Brasil.
A pesar de no existir un comunicado oficial sobre el acuerdo a que se habría arribado, surgen versiones que habría un compromiso de funcionarios intervinientes de no realizar incautaciones ni allanamientos a locales de los cigarrilleros.
Un convoy repleto de elementos anticontrabando había llegado a la base militar cercana, generando la reacción inmediata de los afectados, lo que obligó a las autoridades locales a convocar a reunión para zanjar el inconveniente.
Se habla de que solamente dos a tres puertos clandestinos serían destruidos y que posteriormente las autoridades enviadas a monitorear el contrabando se retirarían de la zona con las maquinarias pesadas. Sin embargo, Fúster dijo desconocer cualquier acuerdo con los manifestantes, pero aseguró que no quiere ventilar nada sobre cualquier operativo que se realizaría en Salto del Guairá; tampoco quiso revelar cuántos días estarán en la zona.
Fuertes rumores se escuchan en la zona de que se habría ordenado abortar el megaoperativo, debido a la fuerte presión y a las consecuencias políticas que esto acarrearía al Gobierno. La tarde del martes pasado ya un grupo importante de cigarrilleros se congregaron en la Plaza de la Amistad, desde donde se trasladaron hasta el puente Piratiy para cerrar la ruta.
Familias dicen vivir solo del negocio del cigarrillo
Los participantes de la manifestación en Salto del Guairá repudiaron las intervenciones anticontrabando ordenadas por el Gobierno, porque -según aseguraron varias familias- sobreviven del trabajo ligado al cigarrillo. Dijeron que no se cometen infracciones dentro del territorio nacional con las marcas producidas en fábricas paraguayas.Otro de los reclamos es la falta de fuentes de trabajo; es decir, otras alternativas para sustituir el mencionado negocio.Los líderes de los manifestantes, Carlos Ramírez, Éver Verón y Kiko Ojeda, habían enfatizado en el pedido a las autoridades de que las maquinarias se retiren de la ciudad y que culminen los operativos.