“Estamos esperando a los demás compañeros y pasar todos en grupo”, dijo Édgar, un hondureño de 24 años, asentado en un albergue improvisado cerca del río Suchiate, frontera natural entre Guatemala y México.
La intención, indicaron varios migrantes, es esperar a grupos rezagados y cruzar masivamente hoy el puente internacional Rodolfo Robles, confiando que las autoridades mexicanas les darán paso.
La caravana de hondureños que huyen de la pobreza y la violencia, a los que se unieron salvadoreños y guatemaltecos, salió el martes pasado de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, tras convocar en redes sociales.
MASIVO. Según autoridades guatemaltecas, entre el miércoles y viernes ingresaron al país 4.006 hondureños, aunque 400 solicitaron retornar a su país. Un millar tomó camino hacia la frontera norteña, mientras el resto fue al atajo del sur, siguiendo la ruta de las primeras caravanas masivas que dejaron Honduras y El Salvador en 2018 y 2019. El sábado último, el nuevo éxodo forcejeó con policías mexicanos que resguardan el puente fronterizo. AFP