Este domingo, los primeros viajeros que llegaban mostraban su alivio por no tener que llevar a cabo estas cuarentenas obligatorias.
En el aeropuerto internacional Pudong de Shanghái, una mujer llamada Pang dijo a la AFP que estaba muy ilusionada con el cambio.
“Es un paso necesario creo. El Covid se ha normalizado ahora y después de estos obstáculos todo será fácil”, dijo.
Desde marzo de 2020, las personas que entraban al gigante asiático debían aislarse en instalaciones gubernamentales, primero por un plazo de tres semanas que se fue reduciendo hasta cinco días en noviembre.
Después de anunciarse el fin de esta medida, los chinos se apresuraron a comprar viajes al extranjero.
El esperado repunte de visitantes llevó a numerosos países a imponer test obligatorios para los viajeros del país, que se enfrenta a su peor brote epidémico hasta la fecha. Y la situación se prevé peor ante la celebración del Año Nuevo Chino a finales de mes, que provocará millones de viajes de pobladores urbanos a zonas rurales para visitar a familiares a menudo mayores. AFP