Por Antonio de la Jara, de REUTERS
Santiago de Chile.
Chile conmemora por primera vez el aniversario del golpe militar del 11 de setiembre de 1973 sin la presencia viva del ex dictador Augusto Pinochet y con el recuerdo de que en materia de derechos humanos y democracia plena aún hay deudas pendientes, dijeron analistas.
Hoy se cumplen 34 años desde que Pinochet derrocó al presidente Salvador Allende para instaurar un gobierno de facto por 17 años.
El Gobierno de la socialista Michelle Bachelet participará en una breve ceremonia y grupos de derechos humanos realizarán actos simbólicos, mientras la familia de Pinochet efectuará una misa en su casa de descanso de Los Boldos.
En la antesala de las conmemoraciones, más de un centenar de personas fueron detenidas el domingo en el centro de la capital chilena, luego de que grupos de encapuchados y familiares de víctimas de la dictadura se enfrentaron con la Policía en una marcha de recuerdo “a los caídos” en el golpe militar.
Esta es la primera vez que se recuerda esta fecha sin Pinochet, quien murió el 10 de diciembre del año pasado por una falla cardiaca múltiple a los 91 años.
“La ausencia de su persona deja un gran vacío en el alma de la familia, de su mujer, de sus hijos. Pero nosotros lo recordamos con el mismo cariño de cuando estaba vivo. Creo que la gente que lo quiso de verdad, lo va a querer por siempre”, dijo Augusto Pinochet Hiriart, hijo del ex dictador.
Bajo el mando de Pinochet, unas 3.000 personas murieron o fueron desaparecidas por agentes de seguridad y otras 28.000 fueron torturadas, incluida la presidenta Bachelet.
“Aunque Pinochet está muerto, siempre va a estar presente cada 11 de setiembre, porque todavía no encontramos a los detenidos desaparecidos. Él va a estar mientras no haya verdad y justicia plena”, dijo Viviana Díaz, dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
Pinochet, quien en los últimos años se había alejado de la vida pública, se libró de llegar a una sentencia final en avanzados juicios por violaciones a los DDHH y delitos económicos por cuentas secretas descubiertas en el extranjero, aduciendo razones de salud y demencia senil.
BROMEA CON SUS ERRORES
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, soltó una larga carcajada y bromeó tras no poder pronunciar bien varias palabras durante su discurso en un acto, lo que atribuyó al largo viaje tras participar de una cumbre de la APEC en Australia. En una ceremonia para promulgar la ley que oficializa como feriado el 17 de setiembre, la mandataria tuvo visibles problemas para leer lo que tenía preparado, palabras como “nutrida”, “institucionalización” o “dieciochero”. “Ando todavía con el jet lag y el cambio de hora, así que algunas palabras no me están saliendo muy bien”, dijo risueña al percatarse de los varios errores que cometió, lo que provocó risas entre los asistentes al acto. “Espero que esto no sea el titular mañana chiquillos”, remató antes de reír por un buen rato.