Abrazaron la revolución con el entusiasmo que lo hicieron millones de venezolanos. Hoy denuncian que el presidente Nicolás Maduro sepultó el proyecto fundado por el fallecido líder socialista Hugo Chávez.
Son disidentes del chavismo, ex altos funcionarios que consideran ilegítimo a Maduro, aunque no todos apoyan al jefe parlamentario opositor Juan Guaidó, autoproclamado mandatario interino.
Algunos, agrupados para promover una salida negociada, pero sin mayor peso político, acusan a ambos polos de empujar al país a una intervención militar extranjera y una guerra civil.
Ex ministro de comercio y ex embajador, Gustavo Márquez observa con estupor el punto crítico de la crisis: Maduro, “aferrado al poder y con su legitimidad comprometida“, y Guaidó montando un “Estado paralelo” con respaldo de Estados Unidos y sus sanciones económicas.
Son “dos caras de la misma moneda“, dice. Guaidó, producto de un “guion” de Washington para estrangular al país y controlar la mayor reserva petrolera del mundo; y Maduro, un presidente con apoyo militar, pero “de espaldas a la realidad”.
Los chavistas disidentes propusieron este viernes un referendo para impulsar unas elecciones generales y evitar un conflicto armado, como una tercera vía en el pulso entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó.
El colectivo de ex ministros de Hugo Chávez, académicos y dirigentes sociales sugieren un “pacto de gobernabilidad” que designe nuevas autoridades electorales para realizar un referendo, con observación internacional, que consulte a los venezolanos si quieren relegitimar todos los poderes del Estado.
El grupo criticó duramente a Maduro y dice que no busca “darle oxígeno” a su gobierno, pero denunció que la ofensiva de Guaidó, quien, apoyado por Estados Unidos y otros países, exige que “cese la usurpación” del poder, un “gobierno de transición” y “elecciones libres“, llevaría a una confrontación internacional. AFP