“La región está enfrentando un escenario internacional muy complejo y de mucha incertidumbre. Los anuncios en materia de aranceles efectuados por parte de Estados Unidos no solo tienen efectos directos sobre las exportaciones de los países de la región a dicha economía, sino también efectos indirectos por la vía de una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales”, alertó en su comunicado la Cepal.
El organismo, con sede en Santiago de Chile, había estimado solo en diciembre pasado un crecimiento regional del 2,4%.
Por subregiones, el mayor recorte previsto por Cepal es para el Caribe, del 2,6% estimado en diciembre al 1,8% y para América Central y México, del 1,7% al 1%, mientras que la revisión de Sudamérica es de solo una décima a la baja, del 2,6% al 2,5%.
POR PAÍSES. En el caso de Paraguay, la entidad internacional también revisó a la baja su proyección sobre crecimiento del producto interno bruto (PIB).
En su anterior revisión, la expansión económica esperada para el país era de 3,9%, mientras que ahora prevé que se alcance un crecimiento de 3,6%, también por debajo del cierre del 2024, cuando se había alcanzado 4,2%.
Sin embargo, Paraguay está ubicado entre las naciones que liderarán el crecimiento en 2025, siendo precedido por Costa Rica, con 3,6%, República Dominicana, con 4,5%, y Argentina, con 5%.
De los 33 países de la región, solo Argentina, Perú y Ecuador registran revisiones al alza, mientras que los países con los mayores recortes en sus previsiones son Venezuela, México y Haití.
En el medio de la tabla se encuentran Guatemala (3,3%), Honduras (3,2%), Nicaragua (3,1%), Panamá (3,1%), Perú (3,1%), Uruguay (2,6%), Colombia (2,5%), El Salvador (2,5%), Chile (2,2%) y Brasil (2%).
En la cola, pero aún con cifras positivas, están Bolivia (1,8%), islas del Caribe sin contar Guyana (1,8%), Ecuador (1,5%) y México (0,3%), mientras que Cuba (-0,4%), Venezuela (-1,5%) y Haití (-2%) son los únicos que decrecerán este año.
La guerra comercial, de acuerdo con el organismo de la ONU, “profundiza el gran desafío de revertir la senda de bajo crecimiento económico que ha mostrado la región en la última década” y demuestra que para dinamizar el crecimiento se necesita de una combinación de políticas macroeconómicas y de desarrollo productivo más proactivas “que las que ha tenido la región hasta el momento”.