Marian Quiroga
Con una pasión palpable por los tejidos artesanales nacionales y una vocación que late con fuerza en cada puntada, Cecilia Fadul emerge como una figura destacada en el mundo del diseño.
Su trayectoria, marcada por un giro decidido desde la arquitectura hacia la costura, revela una historia de autenticidad y determinación. Desde temprana edad, el amor de Cecilia por la costura encendió una chispa que finalmente la llevó a seguir su verdadera pasión. Hoy, su dedicación a revalorizar las técnicas tradicionales y su innato talento creativo la posicionan como una figura inspiradora en el mundo del diseño de moda.
“Comencé trabajando con tejidos artesanales y casi sin darme cuenta entré al mundo de la moda. Al inicio fueron blusas muy sencillas, pero con el tiempo incorporamos vestidos, camisas masculinas y finalmente el traje más importante del vestuario femenino, que es el vestido de novia”, relató la destacada diseñadora nacional.
Fadul posee un estilo clásico y elegante, donde cada creación es una fusión armoniosa entre lo romántico y lo moderno. Esta dualidad se refleja en sus trabajos, que capturan la esencia de ambos mundos. Autodenominada como una incansable emprendedora, la mujer reconoce que su virtud y, a la vez, su defecto es su perfeccionismo, una cualidad que impulsa cada uno de sus proyectos hacia la excelencia. Su enfoque inquebrantable siempre fue hacia los tejidos artesanales, una elección que le permite dar vida a trabajos únicos y diferenciados, inspirados de su pasión por la artesanía.
“De manera simultánea también fui incorporando objetos utilitarios y decorativos realizados por artesanos paraguayos”, relató.
La diseñadora nacional describe su trabajo como una pasión que desencadena la creatividad. Con años de experiencia, sus diseños fueron admirados tanto a nivel nacional como internacional, llevando consigo un mensaje de revalorización hacia el trabajo artesanal.
En sus creaciones, Cecilia honra el talento de los artesanos, muchos de los cuales son autodidactas, brindándoles un reconocimiento merecido y destacando la belleza de sus habilidades en cada pieza.
“En nuestro país los artesanos son en su mayoría autodidactas, porque en esta tradición, aunque sea hereditaria y se pase de generación en generación, cada uno de ellos le imprime su propio estilo, lo que hace que cada pieza sea una obra de arte”, afirmó.
Sostiene que gracias a este maravilloso trabajo, la artesanía es valorada cada vez más en nuestro país.
“Tenemos muchos espacios públicos y privados decorados con lo nuestro y la demanda va siempre en aumento”, expresó.
En primer lugarCecilia tiene seis hermanos y una hermana. Está casada con Miguel Ángel Altieri y es madre de Maximiliano, Verónica, María Pía y Alessandra. Además, es una amorosa abuela de seis nietos.
Para ella, disfrutar del tiempo libre es tan fundamental como su trabajo. Prioriza el tiempo dedicado a su familia y su relación con ellos es de suma importancia. Siempre coloca a su familia en primer lugar ante cualquier otra cosa, valorando profundamente el periodo compartido y los vínculos que los unen.
“Lo que más me gusta, lo que por encima de todo prefiero, es compartir con mi familia. Para todos nosotros es muy importante el relacionamiento familiar. Le damos mucho énfasis a todo lo que sea relacionamiento familiar entre hermanos, primos, sobrinos, nietos y cuñados, cuñadas”, citó.
En el ámbito personal, su mayor deseo es ser recordada como una buena madre, alguien que dedicó tiempo y amor incondicional a su familia.
“Con mis hijos traté de hacer la tarea de la mejor manera posible. Fui siempre una madre muy exigente, muy afectuosa, pero muy exigente. Pertenezco a esa generación que piensa que a los hijos ‘hay que criarle’, como decían nuestras abuelas, con un poco de hambre y un poco de frío, entonces parte de mi exigencia era incentivarles y tratar de que ellos tuvieran vuelo propio en la vida. Felizmente, lo consiguieron cada uno dentro del ámbito que eligió y a mí me hace feliz saber que ellos están felices, a pesar de que no todos esten cerca nuestro, porque están en diferentes regiones geográficas, yo siento que ellos están felices y a mí eso me hace muy feliz”, reiteró emocionada.
En lo laboral, aspira a dejar un legado como una persona que, a través de su trabajo, no solo mejoró la vida de aquellos que colaboraron con ella, sino que también les transmitió la misma satisfacción y pasión que ella experimenta en cada proyecto.