El sector de los casinos y el de las cooperativas son los menos cooperantes en el combate del blanqueo de activos, según reveló la Secretaría de la Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad).
Durante todo el ejercicio del 2008, en que entró en vigencia la resolución que obliga a las cooperativas informar sobre depósitos superiores a 10.000 dólares, se recibió el reporte de apenas 2 operaciones sospechosas, de todo el sector cooperativo, según reveló el director ejecutivo de la institución, Óscar Boidanich.
A raíz de la intervención del Ministerio Público en el caso de sospechas de lavado de dinero en la Cooperativa 8 de Marzo, registrada la semana pasada, la Seprelad comenzó a indagar el caso debido a que la carátula del expediente también incluye la investigación de supuestos hechos de lavado de dinero, además de enriquecimiento ilícito.
Boidanich expresó que usualmente cuando se registra un caso de enriquecimiento ilegítimo, la consecuencia es la realización de lavado de dinero, para intentar introducir esos fondos en el circuito de la legalidad.
Según manifestó, ante el caso suscitado con la 8 de Marzo, insistirá al Instituto Nacional del Cooperativismo (Incoop), entidad reguladora del sector cooperativo, para el cumplimiento de la debida diligencia y la resolución 262 de la Seprelad, por la cual se reglamentan los procedimientos que deben observar las cooperativas, en el marco de la Ley 1.015, que previene y reprime los actos ilícitos destinados a la legitimación de dinero o bienes.
Para el titular de la Seprelad existe un déficit en la prevención del lavado de activos en las entidades solidarias.
El caso de la Cooperativa Policial 8 de Marzo es el primero que registra un alto número de operaciones sospechosas, en el blanqueo de activos, que afecta a 44 oficiales, suboficiales y en situación de retiro de la Policía Nacional. La sospecha no surgió precisamente del reporte de actividades tal como lo establece la resolución 262 de la Seprelad, para las cooperativas.
En caso de que los depósitos se hayan realizado durante el 2008, el hecho compromete seriamente a los directivos de la Cooperativa que estuvieron al frente de la entidad, en ese momento, debido a que estaban obligados a reportar depósitos superiores a los 10.000 dólares y su equivalente en guaraníes. Y conforme a los registros de la Seprelad, no se recibieron esos reportes.