Generalmente, la danza de nombres suele darse a principios de marzo, aunque la elección y definición de la mesa directiva recién se concreta en el mes de junio.
En este primer semestre del periodo, que concluyó el 20 pasado, quedó en evidencia la tempranera pulseada por las riendas de la Cámara Alta.
Prácticamente, fue un ring abierto el que se dio entre el cartista “pyahu (nuevo)” Silvio Ovelar, actual titular del Congreso, y su colega y correligionario Basilio Núñez.
Mientras tanto, desde las graderías, está observando atentamente el escenario otro posible interesado, también de Honor Colorado, el senador Gustavo Leite.
Estos dos últimos pueden ser considerados como los cartistas de pura cepa, ya que estuvieron desde un principio acompañando al líder del sector, Horacio Cartes, titular del Partido Colorado.
Beto Ovelar, quien se hizo famoso con el mote de trato apu’a, tras ser grabado comprando cédulas en elecciones anteriores, se vio envuelto en un escándalo días pasados, por la contratación de su hijo en la Cámara Baja.
Primero, se mostró soberbio e intentó justificar por todos los medios, humillando incluso a los maestros del interior, a quienes se refirió como mediocres.
Finalmente, reculó de su postura y su primogénito tuvo que renunciar al cargo, en medio de críticas, incluso provenientes de referentes de su propio sector.
Beto Ovelar había sido un fiel aliado del ex presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y ahora ostenta el cargo al igual que su esposa Magnolia Mendoza, en Itaipú, de la mano de Cartes.
Bachi Núñez, quien es más frontal, y es uno de los pocos que levanta la voz para defender a su líder en las sesiones del Senado, no pierde la oportunidad para desacreditar al titular del Senado.
Aunque intentan minimizar ambos, es un secreto a voces la falta de afinidad.
Núñez, como líder de bancada, se vio obligado a recular en su postura y la de su bloque en proyectos que él mismo promovió. Los casos más sonados fueron la derogación del Convenio con la Unión Europea y la expropiación de tierras del Ministerio de Defensa en Remansito.
En cuanto a Leite, aparentemente, prefiere mantener un perfil bajo, y según los que le rodean es considerado un operador nato cuando se trata de negociaciones.
En el gobierno del ex presidente Cartes, le tocó ser ministro de Industria y Comercio, y al igual que Bachi es uno de los leales a su líder.
Prefiere mantenerse al margen de las reñidas peleas que suelen darse en medio de los debates en el Senado.
Habían circulado versiones sobre el supuesto interés de Leite de estar al frente de la Cancillería y también se habló que podría ser nominado como embajador en EEUU, pero todo se desinfló.
Como Honor Colorado goza de mayoría, lo que el entorno asegura es que la línea de sucesión seguirá favoreciendo a uno del equipo.