Perros y gatos dominaron la tradicional jornada de bendición de mascotas que los monjes de la orden franciscana llevaron a cabo en ocasión del Día Mundial de los Animales.
“Esta tradición surge del cariño especial que San Francisco de Asís tenía sobre todos los animales y más aún la naturaleza toda. Fue nombrado patrono de la ecología y para nosotros es una gran alegría hacer esto”, afirmó el hermano Fernando mientras ungía con el agua bendita a un gato negro.
La bendición tuvo lugar en los conventos capuchinos extendidos en el país: Lambaré, Asunción, Ciudad del Este, Pastoreo (Caaguazú), Surubi’i (Mariano Roque Alonso).
“El significado de esta actividad es concienciar a las personas; que todo es la creación de Dios y que todo debemos respetar y amar. También más que nada orar, rezar y pedirle a Dios la protección por toda su creación, que le ampare en este momento en que la ecología y la propia naturaleza están sufriendo mucho”, reflexiona el fraile al añadir que, en este contexto, “necesitamos crear la conciencia de amar más la creación”.