A través de una nota de prensa, el director de Delphos, Félix Seijas, explicó que en “cualquiera de los escenarios” de participación alta o moderada, existe “una diferencia que va desde 20% a 34% a favor de la oposición”.
“Con respecto a la intención de voto por probabilidad de asistir a votar, incluyendo la participación chavista, se tiene que en segmento de probabilidad de alta participación, Edmundo González Urrutia tendría aproximadamente 4,9 millones de votos y Nicolás Maduro, 2,9 millones de votos”, se lee en la nota de prensa.
En este escenario, prosiguió, la diferencia de votos sería de dos millones, y el resto de sufragios, correspondientes al 16,3% de votantes, se repartirían entre los ocho candidatos restantes.
Seijas señaló que en la encuesta, hecha entre el 5 y el 11 de julio a 1.200 personas registradas para votar, el 40% se definió como opositor, un 30,6% como chavista y 29,5% dijo “no estar en ningún bando”.
Agregó que el 71,3% de la muestra piensa que es “necesario o muy necesario” un cambio de gobierno en el país; el 63% considera que la capacidad real de lograr ese objetivo está entre los mismos ciudadanos y para el 86,9% a ese cambio se llega votando en la elección del 28 de julio.
Asimismo, indicó que el 33% de los encuestados se mostraron “muy dispuestos a regresar a su centro electoral para participar como testigos en el conteo de votos”.
Entretanto, el director del CEPyG, Benigno Alarcón, afirmó que el escenario final ante las elecciones presidenciales se abre entre dos opciones: “Transición política o conflicto por fraude electoral”.
“La oposición pareciera estar hoy en su mejor momento político y electoral, mientras el gobierno pareciera estar en su peor situación con una brecha en lo electoral que no es posible superar a través de las prácticas tradicionales de fraude”, sostuvo.
Alarcón dijo que entre las razones de este posible resultado está que la “maquinaria político-clientelar y de control social del gobierno, que ha servido para movilizar el voto oficialista, se encuentra hoy desmantelada”, mientras que la gente –sostuvo– pareciera haber asumido “la responsabilidad directa de producir el cambio político”.
Desmiente enfermedad grave. Edmundo González Urrutia dijo este miércoles que no podrá asistir a un acto de campaña previsto en el estado Portuguesa (centro) debido a un resfriado, al tiempo que desmintió los rumores difundidos por el chavismo sobre una supuesta enfermedad grave. “Tengo un cuadro de resfriado que me impidió asistir a la concentración, movilización y caravana en Guanare (capital de Portuguesa), acompañando a (la líder opositora) María Corina Machado”, dijo el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Asimismo, respondió a los mensajes que han circulado en redes sociales, principalmente impulsados por defensores del chavismo, según los cuales el ex embajador sufre una enfermedad grave que lo ha limitado para sus actividades de campaña.
“No sufro de ninguna enfermedad terminal. Solo tengo unas manchas en la piel que son producto de fragilidad capilar”, prosiguió el antichavista, de 74 años de edad, que mostró unas manchas en el brazo derecho.