El Ministerio de Relaciones Exteriores bajó el tono en el conflicto con España, que se produjo luego de la cancelación del viaje del presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos a ese país, anunciado el martes pasado.
“Paraguay y España sigue trabajando normalmente sobre un futuro acuerdo sobre la política migratoria y no existe roce entre ambos países”, informaron ayer fuentes de la Cancillería.
Según la Agencia EFE, la cancelación del viaje de Duarte Frutos a España fue por “por motivos internos” y, según el Gobierno nacional, fue en señal de protesta por el maltrato del Gobierno español a los compatriotas que quieren ingresar al país.
El embajador español en Asunción, Eduardo de Quesada, dijo el miércoles último que “los gobiernos tienen la responsabilidad de decidir sus prioridades”. Dio a entender que Nicanor Duarte Frutos tenía otra prioridad al suspender el viaje a su país.
Sin embargo, la Cancillería paraguaya sigue realizando contactos con su par en España. El ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, dialoga con su colega español, Miguel Ángel Moratinos. En ese contexto, los trámites para la futura firma de un acuerdo migratorio entre ambos países siguen su curso.
El Gobierno paraguayo solicitó a su par español que permita el acceso de sus funcionarios consulares a la zona restringida del Aeropuerto de Barajas para prestar asistencia a los connacionales.
La pulseada entre ambos gobiernos había quedado patente días atrás, cuando Última Hora publicó una carta de un ministro español que por esa vía criticó la falta de “seguridad jurídica” en Paraguay, y señaló que ante esta situación España había cancelado programas de asistencia financiera a nuestro país.
Esta carta fue remitida semanas atrás por el ministro español de Industria, Turismo y Comercio, Óscar Vía Ozalla, a directivos de la empresa hispana Grupanor Cercampo SA que sostiene un largo litigio con el Gobierno paraguayo.