Los animales de exportación del Chaco se van trasladando a campos con más pastura de la Región Oriental. Si bien se mantienen al alza los precios en los frigoríficos, los pagos por los desmamantes bajaron.
El territorio chaqueño está acostumbrado a sufrir los efectos extremos de las condiciones climáticas. De las inundaciones pasa a la sequía y en su peor consecuencia, a los grandes incendios.
En esta temporada la falta de lluvias ocasionó una reducción de la disponibilidad de pasto para alimentar a los bovinos, situación que se agravó con las heladas que terminaron por destruir esta fuente para la nutrición animal.
El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), filial de Alto Paraguay, Neversindo Cordeiro, explicó que como efecto inmediato los animales fueron trasladados de un campo a otro, incluyendo a establecimientos de la Región Oriental. Si bien los ganaderos tienen la oportunidad de enviarlos a confinamiento, el alto precio del maíz hace que muchos desistan de esta opción.
De acuerdo con Cordeiro, esto repercutirá en una menor oferta de animales, que a su vez significará mejores precios para fin de año. Actualmente, las industrias pagan en promedio USD 3,6 por kilogramo al gancho.
A diferencia de la misma temporada del 2020, en que los productores incluso remataron en ferias de consumo los bovinos de exportación, considera que la cotización ya no bajará porque hay una demanda constante por parte de los frigoríficos.
IMPACTO. En el aspecto comercial, la venta de desmamantes sí está pasando por un mal momento. El dirigente de la ARP señaló que hoy está apenas a G. 11.000 el kilogramo, cuando antes trepaba los G. 13.000.
La falta de pasto también afecta a las vacas lecheras, se suma el aumento del costo de producción que limita la nutrición de los animales con maíz y otros balanceados.
Además, el periodo de preñez aún no empezó y la menor oferta de lácteos hace que los productos derivados se encarezcan para el consumidor final. Según el monitoreo de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario, entre enero y la primera semana de junio, los lácteos subieron de precio hasta en un 32,3% y la industria cree que los altos niveles se mantendrán hasta agosto o setiembre.