La cumbre de los jefes de las economías de los países miembros del G20 dejó un comunicado de consenso que no trasluce las grandes diferencias que separan a EEUU de los países europeos con relación al régimen fiscal que se debe aplicar a los gigantes transnacionales tecnológicos.
Pero el tema llamado a ser estrella de la reunión no opacó otros asuntos de una agenda en desarrollo que alertó sobre la necesidad de dar soluciones individualizadas a los países endeudados y que destacó la urgencia de no dejar a nadie atrás en la era digital.
PREOCUPACIONES. Los países del G20 no pudieron abstraerse de los efectos que el coronavirus puede tener para la economía mundial y señalaron que “el crecimiento económico global sigue lento y los riesgos de inconvenientes continúan, incluyendo los derivados de las tensiones geopolíticas y comerciales y de la incertidumbre política”.
La directiva del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, informó que “incluso en caso de control rápido del virus, el crecimiento de China y del resto del mundo sufrirá impacto”.
Una de las sorpresas de la reunión fue la inclusión por primera vez del tema de los riesgos que acarrea el cambio climático, señalando que el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) examina “las implicaciones para la estabilidad financiera” de ese fenómeno.
“No creo que haya un solo país, sea o no parte del G20, que no crea en la importancia de conservar el medioambiente y en dar todos los pasos necesarios para responder al cambio climático”, indicó el ministro de Finanzas anfitrión, Mohamed al-Jadaan.
Con la tasa Google en el centro de las discusiones entre EEUU y Europa, el asunto de la fiscalidad a las grandes multinacionales tecnológicas ocupó gran parte del debate de los ministros, que coincidieron en que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es el entorno correcto para hallar una solución consensuada.
El G20 elogió el “reciente progreso hecho en solucionar los desafíos impositivos que surgen de la digitalización de la economía” y apoyó el boceto del Enfoque Unificado del Pilar I, referido al modo de asignar beneficios de firmas digitales a una jurisdicción para que paguen impuestos.
También destacaron el “avance” en el Pilar II –referido al nivel mínimo de impuestos a pagar por multinacionales en todos los países para garantizar que no trasladan beneficios a otras jurisdicciones– como base de las negociaciones.
El desafío de los nuevos mercados
Los esfuerzos para el desarrollo de mercados de capital nacionales como apoyo al crecimiento y para conseguir resistencia financiera e inclusión y la necesidad de impulsar acuerdos para los pagos entre países para facilitar transferencias de bajo coste y más rápidas, incluyendo las remesas, también se abordaron en el G20. Entre las tareas asignadas por los países del G20 está que el Grupo del Marco de Trabajo informe sobre opciones de políticas para impulsar “oportunidades para todos” y el desarrollo de la agenda de la Infra-Tech o infraestructura tecnológica. “Hay que asegurarse de que nuestro trabajo es inclusivo. Eso involucra a las naciones en desarrollo y a las en vías de desarrollo”, entre otros, dijo el ministro saudí Mohamed al-Jadaan. EFE