Con profundos baches inundados de agua estancada y barro y con malformaciones se encuentran varias calles de Loma Pytã, varias de las cuales fueron utilizadas como vías alternativas a la construcción de la autopista Ñu Guasu y el viaducto Semidei.
Entre ellas están las arterias Itá, Areguá, Campo Esperanza, 27 de Noviembre y Acahay, las que fueron recapadas hace aproximadamente cinco años atrás por las constructoras adjudicadas para esas obras públicas, y que hoy día están destrozadas y generan todo tipo de inconvenientes al tráfico y a los mismos frentistas.
La denuncia sobre las malas condiciones de estas vías de circulación fue hecha por el concejal Javier Pintos, en la última sesión de la Junta Municipal, quien urgió la reparación de las mismas, a través de una minuta verbal que fue aprobada con carácter resolutivo y remitido a Intendencia para su consideración.
Sin embargo, el edil Augusto Wagner salió al paso de este pedido, indicó que es responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) regularizar el pavimento de esas calles.
“Esos recapados debían durar como mínimo 15 años, pero en 5 años ya están destruidos. Es una obra que nunca fue entregada oficialmente a la Municipalidad de Asunción y que fueron hechas atropellando la autonomía municipal”, sentenció.
Pintos insistió en que es la Comuna asuncena la que debe ponerlas de nuevo en condiciones, atendiendo que es la institución encargada de que esas arterias sean transitables.
TESTIMONIOS. Ángelo Lezcano, quien tiene su residencia sobre la calle Itá, señaló que ya solicitaron a las autoridades municipales que se encarguen del arreglo, pero que a la fecha no hay respuesta alguna. “Itá se usó como vía alternativa cuando se hizo la autopista Ñu Guasu. Pero el recapado fue pésimo y hoy todo está roto. Tengo un comedor y ese mal estado de la calle afecta mi negocio”, puntualizó.
Por su parte, Magnolia Julián, frentista de Areguá, recordó que buses y autos se desviaron por esta arteria y que todo quedó destruido y en el olvido.