Conocedor del público guaraní y de su característica timidez y reserva, el intérprete dividió el concierto en dos partes. En la primera de ellas presentó por primera vez ante sus fanáticos la canción Tránsito lento, cuyo videoclip protagoniza un paraguayo.
“Muchas gracias por traerme hasta aquí con mis compañeros otra vez, otro año más en Paraguay”, introdujo el músico antes de ofrecer sus temas clásicos en la segunda parte del recital, con canciones como El salmón, Sin documentos, Paloma, entre otras.
En total, Calamaro interpretó veintitrés temas y dos medleys, durante las dos horas de concierto. Eligió Flaca para dar cierre al show, luego de haber atendido por dos veces el llamado para interpretar un tema más.
El cantante, quien demostró un enorme cariño, se presentó en innumerables ocasiones en el país, pero aún no tantas como las dieciséis veces que citó a Paraguay a lo largo del recital. En una de las despedidas, extendió una bandera con la frase Siempre hay un regreso, manifestando, tal cual el título de su canción Voy a volver, su deseo de seguir fortaleciendo su fuerte vínculo con el público paraguayo, y reencontrarse con él, una vez más.