En seguimiento al lema central de este año “Permanezcan en mí", el religioso invitó a los jóvenes a poder prestar atención a sectores carenciados de la sociedad y observar el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario para, de esa manera, poder experimentar el amor de Dios.
“No dejemos de contemplar la cruz de Jesucristo, pues si dejamos de mirarlo dejaremos de ver a los débiles, a los pobres y a los que sufren”, mencionó Sánchez, en el quinto día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé.
El sacerdote enfatizó que el crucifijo nos envía hacía los crucificados de la sociedad. “No hay mejor lugar que encontrar sus huellas en el dolor de nuestros hermanos, en la opresión de nuestros semejantes, en los campesinos”, expresó.
El padre pidió además a los jóvenes seguir a Cristo, a un Dios cercano que se hizo solidario con nuestros males y que, de la misma manera, se muestren solidarios con los más necesitados.
Sánchez impulsó a los feligreses a no seguir un camino fácil. “Vale la pena entregar la vida por el bien de nuestros hermanos, vale la pena seguir luchando aunque nuestro trabajo pareciera que no vale la pena”, señaló.
Tomó por ejemplo a los santos que supieron tomar el camino de la cruz y que así también los jóvenes deben optar entre el cuidado, la acogida o el abandono.
Recordó a la Venerable Chiquitunga, que decía: “Qué bien es estar con Jesús, cuando se está contigo, alabándote, bendiciéndote, adorándote, besándote”, expresó.
Al término, pidió orar por los jóvenes del país para que permanezcan fieles a Jesucristo y a su madre María Santísima.