Luego de 46 años de la última importación de animales y de materiales genéticos de ganado cebú de la India, llegaron al Brasil los primeros embriones importados de aquel país, correspondientes a las razas Nelore, Gir y Guzerat.
Así culmina una etapa de gestión que tuvo una larga demora, de 12 años, iniciada debido a que el ganado brasileño estaba bajo riesgos de la consanguinidad y sus posibles consecuencias, que amenazaban el trabajo exitoso de generaciones de criadores por más de un siglo, con efectos desastrosos para la pecuaria.
En febrero del año pasado los gobiernos de Brasil y de la India firmaron el protocolo sanitario que permite la importación, solamente de embriones cebuínos, pero los primeros lotes llegaron a destino recién en diciembre pasado, debido a la excesiva burocracia. La intervención directa del presidente Lula da Silva, en ocasión de una visita oficial a la India, fue decisiva para la liberación de la primera remesa de unos 350 embriones, la mayoría de Nelore y unos 50 de las razas Gir y Guzerat.
Este sistema de reproducción bovina fue el único acordado para las importaciones, por cuestiones sanitarias. Al contrario de las importaciones de cebú hechas hasta 1962 (fueron prohibidas en 1964), las actuales cuentan con el avance de las investigaciones para garantizar la total seguridad sanitaria, las cuales determinaron que la forma más segura de introducción de esa genética sería mediante la transferencia de embriones, y no habrá importación de animales vivos o de semen bovino.
Se cuenta con estudios de ADN de los animales adquiridos, para certificar su origen de cebú puro, con datos genealógicos que constan en un Libro Especial de Importación, registrados de 1999 a 2008 en la India por un representante de la ABCZ (Asociación Brasilera de Criadores de Zebú). Entre otras medidas de sanidad, los embriones pasaron varios test sanitarios y se remitieron además muestras del líquido del lavaje uterino y los embriones degenerados. Las receptoras serán controladas hasta el parto para detectar cualquier dolencia, en el cuarentenario oficial del Ministerio de Agricultura de Brasil, y recién luego de otras pruebas, los terneros serán liberados para los criadores importadores.
La expectativa es que los primeros ejemplares nazcan hacia finales de este año.