En él, un dinosaurio está observando la llegada del meteorito que provocó la extinción de esos vertebrados y exclama: “¡Puta mierda, va a joder la economía!”.
Con casi la mitad de la población mundial confinada en sus casas, el mandatario de 65 años sostiene que el coronavirus es una “gripecita” y se opone a las medidas de cuarentena y de distanciamiento social aplicados en casi todos los estados brasileños.
Sus diatribas e iniciativas contrarían las directrices de la inmensa mayoría de especialistas e incluso de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, que prevé que la pandemia, que hasta anoche se cobraba 159 vidas en Brasil, llegue a su auge a partir de fines de abril.
El domingo, Bolsonaro salió a pasear por Brasilia, entró en varios comercios, visitó un mercado popular y se sacó fotos con seguidores, generando pequeñas aglomeraciones, mal vistas en estos días.
Una apuesta, la del escepticismo, que ya abandonaron, entre otros, el presidente estadounidense, Donald Trump, o el primer ministro británico, Boris Johnson.
CRECE RECHAZO. Y que al jefe de Estado brasileño le ha valido cacerolazos masivos y el enfrentamiento con casi todos los gobernadores, con políticos aliados y con representantes de los poderes Legislativo y Judicial.
El lunes, una quincena de líderes de la izquierda, hasta ahora dividida y debilitada desde la victoria de Bolsonaro, pidieron en una carta su renuncia, acusándolo de enfrentar de forma “irresponsable” la crisis del nuevo coronavirus.
Ayer, el gobernador del estado de São Paulo, João Doria, exigió al presidente “humildad” y que “reconozca sus errores” por incentivar a salir de casa a los brasileños, a su vez que pidió empatía a los empresarios ante las medidas de aislamiento impuestas para enfrentar el coronavirus.
“La vida está antes que el lucro”, manifestó Doria en una rueda de prensa.
“Ser humano, ser sincero, hablar la verdad, reconocer los errores, es prueba de grandeza y no de debilidad”, agregó.
En las redes sociales, de las que se sirvió para llegar al poder, los comentarios negativos ganan espacio. Y Twitter, Facebook e Instagram eliminaron algunas de sus publicaciones por considerar que generan “desinformación” sobre el virus. Para el ex director de Asuntos Internacionales del Banco Central de Brasil Alexandre Schwartsman, “la salud pública debe prevalecer sobre la economía”.
Para reducir el impacto en la economía, Bolsonaro baraja el llamado “aislamiento vertical”, que confinaría solo a personas consideradas en riesgo, como las de avanzada edad y aquellas con enfermedades crónicas. Una idea rechazada en muchos países y que genera escepticismo entre los expertos.
Celebra aniversario del golpe militar
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército y ferviente defensor de la última dictadura que vivió el país, celebró ayer el aniversario del golpe que en 1964 instaló un régimen militar que duró 21 años. “Gran día de la libertad”, manifestó el mandatario a un pequeño grupo de seguidores a los que saludó a las puertas del Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia brasileña, desafiando otra vez las recomendaciones de distanciamiento social que impone la pandemia de coronavirus.
201
muertos por el coronavirus registra Brasil, en tanto que se elevó a 5.717 el número de casos confirmados.