La decisión, anunciada el pasado viernes por el Ministerio de Educación, revocó el contrato mediante el que, desde 1995, el Estado financiaba la gestión de una televisión pública, operada por la Asociación de Comunicación Educativa Roquette Pinto (Acerp).
“¿Ustedes conocen la programación de la TV Escuela? Des-educa!”, declaró Bolsonaro y sostuvo que la temática del canal era “totalmente de izquierda” y promovía asuntos como “ideología de género” con recursos públicos.
Agregó que la renovación del contrato supondría un valor de unos 83,3 millones de dólares para los próximos cinco años, lo cual sería “dinero desperdiciado”, pues “nadie ve” ese canal, que tiene bajísimos índices de audiencia.
Bolsonaro, líder de una emergente derecha que cumplirá un año en el poder el próximo 1 de enero, reafirmó que la izquierda dominó el pensamiento y las políticas educativas en el país durante los últimos 30 años e insistió en que eso debe ser revertido.
“Las cosas deben cambiar”, declaró el presidente y aclaró que su política educativa, que apunta a eliminar todo tipo de ideología de las escuelas y universidades, tendrá “reflejos dentro de cinco o diez años”. Para Bolsonaro, en ese plazo “acabará con la ideología de (educador) Paulo Freire”. EFE