El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo sumó su copa Nº 14, además de las 34 ligas que tiene en su haber, contra las 36 de su tradicional adversario, River Plate, que tiene 12 copas nacionales en sus vitrinas (total 48 cada uno).
El partido definitorio, jugado en el estadio San Juan del Bicentenario (provincia de San Juan), tuvo de todo y terminó en empate a uno entre dos equipos de distinta naturaleza. Uno con experiencia y rodaje como el campeón; otro con juventud y hambre, en el caso del modesto Banfield, entrenado por el conocido por la afición paraguaya, Javier Sanguinetti.
El colombiano Edwin Cardona abrió la notación con un potente derechazo desde las inmediaciones del área, pero la merma de dos jugadores xeneixes (un expulsado y otro afuera por lesión) afectó finalmente las pretensiones de Boca, empatado por Banfield en el sexto minuto de adición con un cabezazo de Luciano Lollo.
En los penales, Boca fue levemente más efectivo que su rival. Jorge Rodríguez malogró el único remate desde los once metros y, por su parte, Julio Bufarini decretó con el suyo una nueva estrella ubicada en La Boca festejada con todo.
Sanguinetti, por su lado, felicitó al vencedor y también a sus dirigidos: “A pesar de no haber logrado el título, conseguimos mucho más: una identidad y una forma de jugar”, declaró.