La letrada había señalado anteriormente que pondría a disposición su teléfono celular, pero aseguró que tenía miedo porque –según ella– los intervinientes editaron las conversaciones que mantenía con su cliente Darío Messer, mientras este se encontraba en la clandestinidad. Según su versión, obviaron conversaciones de tres días.
Bóbeda también se refirió a las reuniones que mantuvieron con una mujer identificada como Lorena de Barros Barreto, quien le solicitó la suma de 2 millones de dólares de parte del entonces ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, para evitar la extradición de Messer a Brasil.
Supuestamente, las autoridades le habrían dado la opción a Messer de entregarse, pasar unos días en la cárcel de Tacumbú y luego obtener prisión domiciliaria.
Si bien se apuró en resaltar en que no se llegó a pagar esa suma, manifestó que sí hubo reuniones con el entorno del ex ministro del Interior. “Nos reíamos del pedido, porque nadie te paga USD 2 millones por ir preso. Es absurdo”, explicó, y aseguró que en muchos tramos de la defensa que ejerció al doleiro brasileño recibió todo tipo de ofrecimientos.
“Durante la defensa de Messer recibimos miles de propuestas y soluciones que nunca se dieron. Pero en este caso, como se trataba de un ministro, era grave y teníamos que llegar hasta el fondo de la cuestión”, aseveró. “Nosotros nunca hemos solicitado dinero para ninguna coima”, aseguró Bóbeda.