El titular del Congreso, Silvio Ovelar, admitió ayer que todo lo que haga un referente de Añetete, tanto el titular de Diputados, Miguel Cuevas, como él o cualquier ministro, afecta a Mario Abdo.
Alegó que no quería ser juez de los diputados porque son muy sensibles, pero que en el caso de los senadores, no puede ser indiferente.
Beto se definió como “un cagón” porque muchas veces se deja direccionar en sentido diferente a lo que piensa.
Intentó primero eludir a la situación que atraviesa Cuevas, refiriendo que su sector, Añetete, hace tiempo no se reúne por lo que no había una postura como bloque.
“Me estás hablando de una situación que escapa a nuestro planteamiento en el Senado. Estamos hablando del presidente de Diputados”, fue su respuesta a la consulta periodística sobre Cuevas.
“Ocurre que todos los casos afectan a Añetete cuando se trata de individualidades. Lo que yo haga o haga Cuevas o cualquier ministro que tenga origen del movimiento Añetete, lógicamente puede afectar”, consideró.
“No me quiero convertir en juez de un colega legislador, y más aún siendo diputado. Conocen bien la sensibilidad de los compañeros”, dijo.
“Muchas veces uno toma decisiones políticas con las que a veces uno mismo no comparte”, remarcó.
“Evidentemente, hoy, se han convertido, hablando de medios, en los que direccionan las posiciones de los colegas”, indicó a la prensa.
“También soy un cagón. Muchas veces también me direccionan los muchachos hacia un sentido diferente de lo que pienso”, manifestó.