REUTERS, AFP y EFE
CIUDAD DEL VATICANO
El papa Benedicto XVI, en su último ángelus cuatro días antes de que se convierta en el primer pontífice que dimite en seis siglos, dijo que estaba siguiendo los deseos de Dios y que no iba a abandonar la Iglesia Católica.
El pontífice, hablando con voz fuerte ante decenas de miles de personas en la plaza de San Pedro, también dijo que seguiría sirviendo y amando a la Iglesia a través de la oración y la meditación después de su histórica abdicación el próximo jueves.
“El Señor me está llamando para subir a su monte, para que me dedique todavía más a la oración y a la meditación”, dijo entre gritos de “larga vida al Papa”.
“Pero esto no significa que abandone la Iglesia. En realidad, si Dios me pide esto, es precisamente para que pueda continuar sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor que he demostrado hasta ahora”, señaló, pero agregó que serviría a la Iglesia “de una forma más acorde con mi edad y con mis fuerzas”.
El ángelus fue pronunciado desde la ventana de su estudio privado en el palacio apostólico.
ASISTENCIA. La presencia de latinoamericanos, con banderas de sus países, entre ellas Chile y México, resaltaba en la enorme explanada.
“Para nosotros es un gran momento, queremos ofrecer nuestro respeto y cariño sincero a Benedicto XVI y agradecerle por todo lo que hizo ya que tuvo que lidiar con temas bastantes difíciles pese a la edad, porque no es tan joven y no tiene las fuerzas. Queremos expresarle nuestro apoyo y gratitud por mantener unida a la Iglesia”, contó un chileno, que viajó con la familia para el rezo dominical.
“Estamos aquí para manifestarle nuestra proximidad al Papa y para pedir que el próximo papa provenga del continente más católico, de América Latina”, declaró por su parte el venezolano Luis Miguel Marcono.
Según el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, más de 100.000 personas asistieron al saludo dominical.
Como suele ser costumbre, Benedicto XVI se dirigió en varios idiomas a los peregrinos, entre ellos en español y concluyó con un sentido: “Estaremos siempre cerca”.
Improvisando, el Papa bromeó sobre el clima, “donde apareció el sol” en Roma en contra de las previsiones que auguraban un día de lluvia.
El ángelus del domingo fue una de las últimas apariciones de Benedicto XVI como pontífice. El miércoles celebrará su última audiencia general en la plaza de San Pedro y el jueves se reunirá con cardenales para después trasladarse al lugar de retiro papal de verano, al sur de Roma.
El periodo de sede vacante comenzará a las 20.00 hora de Roma (19.00 GMT) del jueves.
Los cardenales comenzarán a reunirse al día siguiente para prepararse para el cónclave, que probablemente empiece a mediados de marzo, en el que elegirán al próximo papa.
En los últimos días la prensa italiana ha sacado a relucir escándalos y comportamientos poco éticos en la Curia Romana que han sacudido su pontificado.
ÚLTIMOS TUITS
El Papa envió también ayer uno de sus últimos tuits: “En este momento particular, les pido que oren por mí y por la Iglesia, confío como siempre en la Providencia de Dios”, escribió.
Cientos de voluntarios ayudaron a los peregrinos y turistas venidos a esta histórica bendición que coincide además con la celebración de las elecciones legislativas claves en Italia.
El miércoles, el pontífice realizará su última audiencia general que también se llevará a cabo en la Plaza de San Pedro y el día 28 partirá en helicóptero hacia Castelgandolfo, a 30 km de Roma.