El Banco Central de Argentina (BCRA) adoptará un sistema de control de la base monetaria y un rango de flotación determinado para el peso, en un endurecimiento de su lucha contra la inflación y la inestabilidad de la moneda local, dijo ayer el nuevo presidente de la entidad.
El Banco Central mantendrá el sistema de flotación cambiaria, pero utilizará una zona de no intervención que se determinó entre los 34 pesos y los 44 pesos por dólar, rango que se ajustará diariamente a una tasa de 3% mensual. Cuando la cotización suba por encima del rango superior, la autoridad monetaria venderá hasta 150 millones de dólares por día y los pesos que obtenga de la venta no los reinyectará en el mercado, dijo el responsable del organismo, Guido Sandleris, quien asumió tras la renuncia en la víspera de Luis Caputo.
El BCA reducirá a cero por ciento el crecimiento de la base monetaria hasta junio de 2019, que hasta al momento crecía a una tasa del 2% mensual, agregó Sandleris. “Este nuevo esquema monetario permitirá reducir la inflación y recuperar la estabilidad y previsibilidad de precios que Argentina tanto necesita”, dijo Sandleris. El flamante titular del BCA busca controlar la volatilidad del peso que acumula una caída de algo más de 50% en 2018 y aspira a desacelerar una inflación que podría superar el 40% este año, en medio de un fuerte estancamiento económico. Vamos a asegurarnos que no volvamos a experimentar una volatilidad nominal como la que vivimos en los meses recientes. Genera mucha incertidumbre, mucho riesgo y es lo que más daña a la actividad económica, agregó Sandleris. Reuters