La APUF, que integra a 33 organizaciones que activan en la mencionada área, considera que la construcción de una franja costera traerá la solución definitiva a la inundación en la zona, no así una defensa costera. Así informó ayer la organización en un comunicado de prensa.
La principal diferencia, sostuvieron, es que la franja implica el relleno completo de la zona, que irá a levantarse hasta alcanzar el nivel necesario, teniendo como parámetro los niveles pico de inundación histórica, de tal forma que el agua no llegue más al barrio.
En cambio, la defensa, si bien es más económica, no solucionará el problema de la inundación, porque se limita a la construcción de un muro protector del barrio, que no contendrá las estrepitosas lluvias, se juntará nuevamente agua en la zona, que quedará “como una palangana”, compararon.
El padre Pedro Velasco habló de los logros alcanzados, así como de las expectativas; el ingeniero Rubén Marín, de la parte técnica, y las activistas de la zona, Cynthia González, Sofía Rojas y Angélica Viveros, de los aspectos sociales y “del largo trabajo que resta por hacer en la consecución de los objetivos, hasta llegar a la construcción de una franja costera inclusiva”.
En todo momento se subrayó que una franja costera inclusiva apunta a “llevar una vida digna”, que redunda en el bienestar de la población; por consiguiente, en el progreso y en el desarrollo económico y social del país.
El proyecto de la Costanera Sur está en proceso licitatorio bajo la Ley 5074 de llave en mano.