Varias voces de la sociedad se vienen escuchando con más fuerza en torno a los precios que exhibe el huevo en góndola, motivo por el cual Última Hora averiguó con los productores con el fin de conocer aspectos de las variaciones en los costos para que el producto llegue a los centros de consumo.
Según el monitoreo de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), a principios de febrero el promedio de precios máximos fue de G. 7.350 y el mínimo de G. 5.750 la plancha de 6 huevos; mientras que para los primeros días de este mes la variación llevó al máximo en G. 7.600 y el mínimo G. 5.450.
Según Rolando Ramírez, presidente de la Asociación de Productores Pymes de Huevos, varios factores confluyen para la variación, pero aclaró que ellos no son responsables de los precios en góndola.
“El mercado está con una sensación de absoluta inseguridad; además de que los calores de enero y febrero afectaron ciertamente a la cantidad de producción. Soportamos el incremento de hasta el 30% en las materias primas (la harina de soja subió 120% desde antes de pandemia hasta ahora; en el último semestre un 60%) y los fletes también se dispararon”, sintetizó.
LEVE VARIACIÓN. En resumen manifestó que a lo sumo tuvieron, a nivel de productores primarios, un impacto de 13% en el incremento del precio del huevo puesto en el Mercado de Abasto, en el lapso de dos meses.
“Garantizamos la información oficial de este recinto porque la plancha de 30 unidades de huevo se vende en promedio a G. 23.000, y los huevos grandes en G. 25.000”, enfatizó al tiempo de indicar que existe otro factor que de seguro impactará negativamente en la prosecución de la elaboración del producto estrella en este gremio de productores.
Se trata, según explicó, de una resolución del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) por la cual se prohíbe la importación de pollitas para recría (para protección en torno a la gripe aviar). “Esperemos que el organismo colabore también de manera firme en la lucha contra el contrabando para evitar la entrada de carne de pollo o huevos”, abogó el productor.
Y a tono con las circunstancias que envuelven al drama de la gripe aviar y las eventualidades de que ingrese al país, dijo que hay una incertidumbre y que Senacsa transfirió a las plantas procesadoras el esfuerzo para acondicionar el escenario con el fin de que el virus no llegue a los espacios de producción.
“Quienes no tienen suficiente tecnología; se verán comprometidos para la reposición de sus pollitas para recría. Es la diferencia con entornos como el argentino y el brasileño, donde sí hay suficientes de estos elementos, pero Paraguay no tiene capacidad y debe importar las pollitas para reposición”, explicó.
Respecto de los precios estacionales que aparecen –por ejemplo– en días previos a Semana Santa, indicó que es normal por la demanda; además de algunos feriados largos que implican mayor consumo porque la gente viaja mucho y los supermercados experimentan más dinamismo en la reposición de este producto.